La jueza Karen Alvarez encontró esta tarde causa por faltas contra dos adolescentes, uno de ellos en ausencia, a quienes se les imputa abrir fuego contra tres policías estatales durante una intervención ocurrida el miércoles de la semana pasada en Caimito.

Contra un menor de 15 años aprehendido la noche de los hechos se encontró causa por tres tentativas de asesinato, varias violaciones a la Ley de Armas y una violación a la Ley de Tránsito. 

Mientras, contra su hermano de 16 años, conocido como Satanás, se encontró causa en ausencia por las mismas faltas. Se trata del mismo sujeto cuyo apodo ha trascendido a través de expresiones del superintendente José Caldero en la investigación del asesinato del agente Miguel Pérez Ríos el pasado 7 de septiembre.

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Por tratarse de menores de edad, ambos individuos no son identificados por nombre y apellido.

Este medio supo que en los próximos días se presentarían faltas adicionales contra los menores por robos y otros crímenes violentos en las áreas policiacas de San Juan y Bayamón. Trascendió que a ambos que se les considera integrantes de una pandilla delictiva.

En agosto pasado, el adolescente de 15 años fue imputado por faltas en relación a un robo domiciliario y se espera que su hermano sea procesado por el mismo caso, tan pronto sea apresado. 

Según las autoridades, en la noche del 16 de septiembre, personal de la División de Arrestos del Departamento de Corrección localizó a los menores, vecinos de la urbanización Summit Hills, viajando por Caimito a bordo de una guagua robada de Bayamón. La búsqueda era realizada también por agentes de la División de Arrestos Especiales y Extradiciones de la Policía y cuando le dieron el alto, respondieron disparando y se volcaron a bordo de la guagua.

El menor identificado por el apodo de Satanás logró escapar, supuestamente cargando un arma de fuego.

A bordo de la guagua robada, una Nissan Rouge, se ocuparon dos armas de fuego, una Glock calibre 9 milímetros y una Glock calibre 45, así como cargadores de balas y máscaras. 

El análisis de balística de estas armas será comparado con evidencia relacionada con una serie de crímenes violentos como un asesinato ocurrido detrás del centro comercial Santa María (20 de agosto), otro del 26 de agosto, frente a una funeraria en la urbanización Santiago Iglesias y por la masacre de La Rosaleda (24 de agosto). Estos tres crímenes están relacionados, según la Policía.

También se intentará corroborar si las armas fueron utilizadas en el asesinato del agente  Pérez Ríos, ejecutado el 7 de septiembre en una gasolinera del Camino Alejandrino, en San Juan.

Con relación a ese crimen, el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) inspecciona un carro Toyota Camry ocupado por la Policía en posible conexión con el asesinato del policía adscrito al cuartel de Caimito.

Este medio supo que el automóvil fue localizado el viernes en el residencial Manuel A. Pérez y su descripción coincide con la de un vehículo que se observó salir veloz de la gasolinera donde ocurrió el asesinato de Pérez Ríos.

Se supo que el vehículo fue ocupado para levantar huellas de su interior, pero no figura robado, aunque el dueño registral no ha sido localizado por la Policía.