Tremendo vacilón el que al parecer formaron unos confinados del campamento correccional  El Zarzal en Río Grande, quienes posaron para unas fotos tomando cervezas, coqueteando con una muñeca inflable y utilizando como si nada sus celulares, lo que deja en evidencia la falta de supervisión y corrupción que hay dentro de las cárceles del país. 

Las imágenes fueron publicadas en secuela el 4 de octubre a través de la página de Facebook “Candela Correccional”  con calces que cuestionan el “algaretismo” que hay en la institución carcelaria.

“Miren cómo se rehabilitan los confinados en Puerto Rico..... Tomando alcohol mientras cumplen su condena dentro de la cárcel”, lee una de las imágenes en la que se ve a un alegado reo con cerveza en mano en lo que parece ser un módulo del campamento.

En otra de las fotos se ven a varios confinados coqueteando y pasándola bien con una muñeca inflable.

Incluso, uno de ellos posa monda’o de la risa con la muñeca de plástico mientras coloca sus manos en lo que serían sus senos y vagina. Otro recluso posó con la muñeca en un catre. 

Según infiere la publicación, estos materiales ilegales -que incluyen celulares- pudieran estar entrando a la cárcel a través de guardias penales.

De hecho, algunos de los comentarios de usuarios que entraron a la página apuestan también a esta teoría.

“Tienen que sacar a todos los empleados, de verdad. Ahí lo que hay es una corrupción rampante”, dijo el usuario Julián López Rosado.

Reacciona Corrección

Al conocer sobre las imágenes, el secretario  de Corrección y Rehabilitación, José R. Negrón Fernández, reaccionó y aseguró que el asunto se está investigando desde el pasado fin de semana.

“Estoy en conocimiento de unas fotos que están circulando en las redes sociales donde alegadamente aparecen confinados utilizando material ilegal dentro de las Instituciones. Tan pronto como el pasado fin de semana, ordené una investigación para determinar las procedencias de las fotos y fijar responsabilidades de ser necesario”, expresó por escrito el funcionario, quien declinó hacer entrevistas con los medios de comunicación.

“Como siempre he expresado, no nos va a temblar la mano a la hora de imponer medidas disciplinarias contra los que participen de estas acciones y contra aquellos empleados que hayan participado o permitido dicha conducta”, agregó el Secretario.

Aclaró también que las redes sociales en las que aparecen dichas fotos no son administradas por Corrección,  por lo que hay que esperar la culminación de la investigación para determinar si las fotos son recientes, si son en efecto confinados y la institución de procedencia. 

Esta no es la primera vez que salen a relucir imágenes en las redes sociales que dejan al descubierto el descontrol en las cárceles. 

Tal fue el caso de unas fotografías sugestivas que se tomaron en la cárcel de mujeres en Vega Alta en el 2012, y que pusieron en evidencia el contrabando de celulares que existe en las cárceles del país y la posible participación de personal de la agencia en la fechoría.

Las imágenes y un vídeo publicado en Facebook mostraban a dos reclusas que celebraban su “boda”, la cual estuvo precedida por una despedida de soltera que incluyó un “striptease” entre las confinadas.

El material también mostraba a una confinada con una bolsa de marihuana y asegurando que fumaba todos los días.

A consecuencia de las reveladoras fotos, varios oficiales de custodia, así como superintendentes de penales, fueron removidos de sus puestos.

De igual forma se aislaron a varias reclusas y se transfirieron otras para la cárcel de Guayama.

Muerte de reo

De otra parte, Corrección investiga también las causas que provocaron la muerte de un reo del campamento El Zarzal, el pasado 1 de octubre, cuando apenas le faltaban dos días para cumplir su sentencia.

Se trata del fallecimiento de Miguel Medrano, un confinado de nacionalidad dominicana quien estaba previsto a cumplir su sentencia el 3 de octubre.

Fuentes de Primera Hora aseguran que el hombre murió de una “sobredosis”, pero esta versión no fue confirmada por Corrección.

“No sabemos de qué murió el confinado porque el proceso de autopsia no se ha realizado y podría demorar una semana”, dijo el portavoz de prensa de Corrección, César Fiallo.

“Lo que te puedo asegurar es que en el campamento y en la institución de Zarzal entra mucha droga. El tráfico de sustancias es bien grande allí adentro”, dijo una fuente, al destacar que el “punto”  es controlado presuntamente por un líder de la Asociación “Ñeta”.