Caguas. El lado amable del caos mañanero y vespertino en las carreteras del país ha sido la cantidad de policías que han sido asignados a dirigir el tránsito en las diferentes rutas que día a día se congestionan ferozmente.

Así lo han expresado cientos de personas en las redes sociales, que a diario comparten fotos de los agentes en acción.

Y es que, además de hacer bien su trabajo, muchos de ellos son atractivos a las miradas de miles de boricuas que, en su mayoría, acatan sus instrucciones para llegar a sus destinos.

Primera Hora hizo un recorrido relámpago por la carretera PR-1 y la avenida Luis Muñoz Marín, esquina calle Georgetti en la ciudad criolla, lugares en los que los policías resaltan por su porte.

En entrevista con Primera Hora, todos admitieron que reciben piropos a diario y les toman fotografías, pero que por encima de eso, son elogiados y hasta premiados por los conductores quienes los reconocen a más de 50 días del paso del huracán María.

Una policía y fisiculturista

Para Sugeily Galarza, destacada en la avenida Luis Muñoz Marín, esquina calle Georgetti, los comentarios que escucha a diario son para ella parte de la situación. 

“Los muchachos me estaban molestando porque alguien subió un retrato mío a Facebook y le pusieron corazones. Yo, pues, no le hago caso. Me pitan a veces y creo que es alguien que conozco y cuando miro me tiran besos (haciendo el gesto con las manos). Eso es parte de…”, contó la esbelta mujer.

“Hasta ahora no me han faltado el respeto, no ha pasado nada. Los muchachos (compañeros policías) a veces ponen carácter”, añadió la agente quien está casada. 

“A los muchachos (sus compañeros) también les dicen cosas: ‘¿Y ese guardia? ¡Ese guardia me lo llevo!’”, dijo riendo la joven que compitió en julio pasado en fisiculturismo.

“¡Qué piernas sexy!”

Sonriente y muy simpático. Así es descrito el oficial de Relaciones con la Comunidad, Víctor Morales Hernández.

Lo que más le dicen, dijo Morales Hernández, es: “¡Llévame contigo!, ¡Voy a cometer un delito para que me arrestes!, ¡Qué bueno estás!, ¡Te llevo pa’ casa!, ¡Qué piernas lindas, qué nalgas!”.

Igualmente, el agente con siete años en la Policía ha encontrado algo amable a todo este proceso.

“En los 45 días aproximados trabajando, lo más positivo que me ha dejado esto es salir todos los días a trabajar y amar lo que realizo, que es ayudar al ciudadano y enriquecer mi experiencia como Policía, ya que son situaciones que no había vivido en mi corta gesta como uniformado”, comentó Morales Hernández

“Muchas personas reaccionan muy contentas, ya que desde que comenzamos el servicio tratamos de dar alegría a la gente, ya sea dándoles los buenos días, brindándoles una sonrisa, saludándoles”, añadió.

Conoce a los agentes que nos alegran el tapón nuestro de cada día.

Casi han chocado

Por su parte, Ángel L. Santiago Silva, asignado a la División de Patrullas de Carreteras en Caguas, dice que el clásico comentario es “arréstame”.

“Se me quedan mirando, por poco no han chocado u ocasionado accidentes”, dijo Santiago Silva, quien lleva sirviendo como policía hace más de 15 años.

Sobre las personas que a diario transitan por el semáforo al que está asignado seis días a la semana, el agente dijo que en un inicio “trataron de ser más consientes en la carretera, pero todo vuelve a la normalidad y están perdiendo la consideración y civismo unos con otros”.

Pero aun así, considera que hay algo bueno.

“El agradecimiento de la mayoría de las personas, que nos lo expresaban. Nos dan agua y en ocasiones hasta comida. Es bueno ver cómo un pueblo se une ante cualquier situación, nos damos la mano sin tan siquiera conocernos”, agregó.

Ley 54 en el tapón

Luis A. Rubio Mena está adescrito al Cuerpo de Investigación Criminal (CIC), División de Robos de San Juan. 

A pesar de su destaque como agente investigador, también ha tenido que prestar sus servicios en el semáforo de la cooperativa Jesús Obrero. 

Como a los demás, es halagado por su rostro aniñado, pero más que eso, por su carácter vivaracho al dar las señales de tránsito. 

Rubio Mena contó que tuvo que atender una situación de Ley 54 justo en el semáforo, donde la víctima era un hombre, pero que, afortunadamente, pudieron corregir la situación.

“Ese día me encontraba dando tránsito junto a mi sargento Jesús Martínez. Pensamos que un vehículo se había quedado en el (carril del) solo, pero era una pareja que estaba discutiendo obstruyendo el tránsito. Ciudadanos que pasaron por el lugar nos avisaron y fuimos a intervenir. En la intervención la víctima resultó ser el caballero y él mismo no tenía interés en seguir el caso. Comoquiera se hicieron gestiones con el precinto correspondiente, ya que es parte de la investigación”, explicó.

“Las viejitas nos dan la bendición”

Alejandro Ogando Otero ha servido al Negociado de Patrullas de Carreteras de Caguas por 13 años.

A este espigado y fornido policía, igual que a sus compañeros, le han dicho comentarios atrevidos, pero resaltó que “las viejitas nos dan la bendición”.

Ha visto de todo en la vía durante este tiempo de crisis. 

“Las personas no son responsables a la hora de manejar un vehículo de motor. Saben que el semáforo no está en función y en lugar de bajar velocidad, la aumentan y esto pone en riesgo la vida de otros conductores, como la del policía, o el peatón que cruza la calle”, relató Ogando Otero. 

Pero también no ha sido la excepción y reconoce que el País ha tomado el momento de emergencia para reaccionar positivamente.

“He visto como el pueblo se ha unido para ayudar”, concluyó Ogando Otero.