Desde el 2013, en Puerto Rico han fallecido 598 peatones involucrados en choques fatales, una trágica incidencia que se ha hecho más vulnerable a causa del problema de ingeniería que hay en las estructuras viales del país tras el embate de los huracanes Irma y María.

El año pasado 290 personas fallecieron en hechos relacionados a accidentes de tránsito. De éstos, 100 eran peatones: 84 hombres y 16 mujeres.

Este año, las cifras tampoco son alentadoras. De hecho, hasta ayer 47 transeúntes (37 hombres y 10 mujeres) habían muerto en escenas atadas a tragedias automovilísticas. Esta cifra representa nueve casos más que los informados para la misma fecha en el 2017. Mientras, el total de peatones heridos desde el 2013, sobrepasa los 2,500 casos, según datos recopilados entre la página de carreterasseguraspr.com y la División de Patrullas de Carreteras y Autopistas de la Policía de Puerto Rico.

“Definitivamente, entre las preocupaciones mayores que tenemos están los peatones. Los accidentes que involucran peatones, así como ciclistas, siempre son más severos pues ellos no cuentan con la protección que les brinda la estructura de un vehículo. En ese sentido, el riesgo es mayor a recibir heridas severas o la muerte”, expone el teniente coronel Jorge Hernández Peña, director del Negociado de Patrullas y Carreteras de la Policía de Puerto Rico.

Por años los peatones y ciclistas han representado más del 30% del número total de fatalidades, según se establece en el Plan Estratégico de Seguridad Vial (SHSP) que se creó hace tres años como una alianza colaborativa entre la Autoridad de Carreteras y Transportación, el Departamento de Transportación y Obras Públicas, la Comisión para la Seguridad en el Tránsito, la Policía de Puerto Rico y el Departamento de Salud.

A juicio de Hernández Peña la “cultura de transportación” en la Isla contribuye a este tipo de fatalidades. “Hay varios factores: por un lado tenemos a los conductores que creen que el derecho a la vía es exclusivo para los vehículos y, por el otro, tenemos a los peatones que muchas veces caminan incorrectamente y sin seguir reglas básicas de seguridad como lo es utilizar ropa no adecuada (oscura) en horas de la noche o la madrugada ”, dijo el teniente coronel.

Pero a estas conductas, se suma desde hace ocho meses -desde el azote de los fenómenos atmosféricos- otras circunstancias relacionadas a las malas condiciones de las carreteras o vías en la isla.

“La situación del enmarcado de las carreteras, la falta de alumbrado en las vías públicas, entre otras cosas, dificulta muchas veces que los conductores puedan visualizar a los peatones a distancia”, expresó Hernández Peña.

“Todavía hay muchas intersecciones sin semáforos o sin ser energizados y vemos como, en ocasiones, los peatones buscan maniobrar en esas intersecciones para cruzar. Pero es algo peligroso y hay que hacerlo con mucha responsabilidad”, agregó el oficial.

Ante la situación la Policía de Puerto Rico ha llevado a cabo diversas campañas de orientación ciudadana como lo es “Peatón, a paso seguro”, una iniciativa en la que se visitan diversas vías frecuentadas por transeúntes a fin de crear conciencia sobre las medidas de seguridad que se deben tomar.

La directora de la Comisión para la Seguridad en el Tránsito, Darelis López Rosario, también mostró preocupación por las estadísticas que muestran que tres de cada 10 fatalidades de tránsito son peatones.

“Después del huracán para acá hay variación en las razones que provocan esas fatalidades… hemos podido ver en algunos casos -haciendo hincapié en que no tenemos todavía un análisis final-, pero hemos podido ver que la mayoría de los accidentes ha sido en zonas donde el alumbrado es bien pobre. Así que quizá podemos identificar factores externos que influyeron para que ese evento ocurriera”, dijo López Rosario.

La funcionaria agregó que para el verano la agencia iniciará un ciclo de campañas dirigido a la seguridad de ciclistas y peatones.