Abusaron de su fuerza y ahora enfrentan las consecuencias.

A seis meses de los hechos violentos protagonizados por efectivos de la Unidad de Operaciones Especiales (UOE) de la Administración de Instituciones Juveniles (AIJ), el secretario de Corrección, José R. Negrón Fernández, dio a conocer el informe que concluye que hubo uso de fuerza excesiva contra 13 confinados de la Institución 292 del Complejo Correccional de Bayamón.

Informó que estos agentes de Seguridad y Protección adscritos a la UOE, nueve en total, recibieron ayer sus cartas con intención de destitución más separación inmediata de empleo y sueldo, al igual que otros tres oficiales de la institución.

La ejecución de las cartas se determinaría luego de que se les celebren vistas administrativas. Los investigadores concluyeron que estos agentes incluyeron información falsa en los informes.

El Departamento de Justicia esperaba por este informe para la identificación de los custodios que hicieron uso de la fuerza excesiva, a quienes se les radicarán cargos por agresión y por violación al artículo 5.05 de la Ley de Armas, que establece que es un delito grave agredir sin justificación alguna.

Sancionó a dos sargentos y a un agente de Seguridad y Protección que observaron las agresiones y no intervinieron para evitar la posible comisión de delito, violación de derechos civiles o violación a los reglamentos y órdenes administrativas del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR).

“A estos se les notificó la intención de destituirlos del puesto que ocupan”, apuntó.

De igual modo, impuso sanciones a un sargento y dos oficiales correccionales que no rindieron los informes de incidente de uso de fuerza conforme a los reglamentos del Departamento.

“En cuanto a estos, se les notificó la intención de suspenderlos de empleo y sueldo, 30 días laborables al sargento y 15 días laborables a los oficiales”, apuntó.

“Me reafirmo en lo que reiteradamente he expresado, bajo mi secretariado no se tolerará el abuso contra la población confinada. Aunque son personas que le han fallado a la sociedad, continúan siendo seres humanos y el trato hacia ellos tiene que ser digno y respetuoso. Nuestra misión en cuanto a los confinados es clara, custodiarlos y rehabilitarlos. Mi política es de cero tolerancia al uso excesivo de la fuerza”, dijo Negrón Fernández en un comunicado de prensa.

El Secretario señaló que el mismo día en que ocurrieron los hechos personal de alto rango que estaba presente en la institución le facilitaron a los confinados presentar la querella ante la Policía, lo que dio inicio a la investigación criminal que conduce la Fiscalía de Bayamón.

Justicia le meterá mano a los implicados

Por su parte, el fiscal del distrito de Bayamón, Jam Mangual, indicó en días recientes a Primera Hora que radicará cargos contra los 10 oficiales de la UOE que agredieron, sin justificación, a 13 confinados de la sección de máxima seguridad de la Institución 292. Esta cantidad puede variar con el resultado del informe de Corrección, que sanciona a 12 empleados.

“Voy a radicar cargos ya que hubo unas agresiones injustificadas que se tienen que llevar al tribunal de justicia para finalmente adjudicar”, dijo entonces.

Este diario supo que el fiscal se reunió el miércoles con los confinado agredidos, para que identificaran a sus agresores.

Hechos según los reos

Primera Hora denunció la golpiza de que fueron víctimas estos confinados en momentos en que los 13 reos, representados por los abogados Antonio Figueroa y Carlos Padín, indicaran a este diario que se proponían demandar civilmente al secretario de Corrección, así como a unos 16 oficiales de la UOE y de Corrección por violación a sus derechos civiles.

Uno de los reos, Víctor Pérez Osorio, falleció tres meses después, el 22 de junio, a consecuencia de un derrame cerebral, pero las autoridades descartan que su muerte esté vinculada al incidente.

El vídeo de las cámaras de seguridad que capturaron la golpiza fue difundido por NotiUno en días recientes.

Fue el 21 de marzo pasado, cerca de las 8:20 de la mañana, cuando efectivos de la UOE, que entonces se desconocía que eran de AIJ, realizaron un operativo sorpresa, que se suponía que tampoco estuvieran autorizado a hacer.

Las alegaciones apuntan a que irrumpieron de forma violenta, gritando improperios, repartiendo golpes con sus rotenes, puños, manoplazos, empujones e, incluso, rociando a los reos con gas pimienta, sin aparente justificación, para sacarlos de sus módulos. De allí los llevaron hasta una plazoleta, donde se les ordenó sentarse y se les siguió golpeando.

En una carta del 17 de mayo y en la que se notifica extrajudicialmente al secretario de Justicia sobre una demanda de reclamación civil por daños y perjuicios, se detalla lo que allí pasó.

“En la otra esquina llega otro oficial de la UOE hasta al frente de la celda nueve, donde estaba ubicado (el reo) Carlos L. Colón, (y el oficial) le dice: ‘Muévete’, y acto seguido lo empuja. Cuando Carlos L. Colón llega hasta el frente de la ducha de la planta alta se topa con (el preso) Luis Santana, quien estaba tratando de ponerse la camisa. Es entonces que un oficial de la UOE, estando detrás de él, le dio un golpe fuertemente con la mano abierta en el área de la nuca y cuello, cayendo al piso. Luis, entonces, le dice: ‘No me tenías que dar’”, dice el documento.

Acto seguido, según la carta, Colón trató de hablar con el oficial que estaba detrás de él y este le dio un puño en la oreja izquierda y le gritó: “Dale pa’ bajo, ca...”.

Se agrega que otros cuatro oficiales de la UOE comenzaron a darle puños por el lado izquierdo de la cabeza, mientras continuaron empujándolo hasta que Colón llegó donde estaban los otros en el piso.