El Comité Dominicano de los Derechos Humanos y amigos y familiares de boricuas y dominicanos muertos a manos de la Policía le exigieron hoy al Departamento de Justicia y al  Municipio de San Juan que no “permita que estos crímenes queden impunes”.

El presidente del Comité Dominicano, José Rodríguez, dijo que Justicia no ha logrado encausar en Puerto Rico a ningún policía imputado de abuso policiaco. Señaló que la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, les hizo muchas promesas cuando llegó a la Alcaldía en 2013,  pero ahora “se ha hecho de oído sordos” ante la actitud agresiva de la Guardia Municipal.

“Yo le hago un llamado al nuevo secretario de Justicia César Miranda a que marque la diferencia… Justicia no ha logrado  ni una sola convicción en los  casos que involugran a agentes de la la  Policía”, dijo Rodríguez, quien también acusó al director de Integridad Pública y Derechos Civiles del Negociado de Investigaciones Especiales (NIE), de no  contestarle ninguna de sus llamadas. “Ahora siempre está reunido”, dijo.

En cuanto a la Policía Municipal de San Juan, Rodríguez señaló que estos ven a los que defienden los derechos civiles de los dominicanos “como sus enemigos”.

Esteban Reyes,  miembro también del Comité, criticó que la Alcaldesa haya creado una comisión para investigar el maltrato de animales, “mientras hay policías de los suyos  que golpean, persiguen y asesinan a dominicanos y eso nunca se ha investigado”.

El Comité presentó hoy otro caso de un ciudadano dominicano muerto a manos de un agente, esta vez del Municipio de Caguas.

Según el relato de Ramonita Parra, compañera de trabajo de Epifanio Abreu, este fue ultimado por el agente Benito Cruz Sánchez, esto  luego de que a Abreu le propinaran tremenda golpiza en un cafetín de la Ciudad Criolla.

Se supone que en el cafetín también estaba el agente, vestido de civil.

“Él (Abreu)  botaba sangre por un ojo y la boca. Va a su casa y sale con un machete… Se escucharon dos detonaciones… Él recibió un disparo en el estómago”, dijo la dama.

Según Parra, un testigo que vio el cadáver inmediatamente después de los disparos dice que Abreu no tenía  “nada” en sus manos.

El incidente sucedió hace 56 días y se alega que el policía municipal al momento de halar el gatillo tenía .14% de alcohol en la sangre.

José Rodríguez sostuvo que al guardia lo escucharon decir “déjamelo, que a este lo mato yo”.

Parra indicó hoy que la hermana de Abreu todavía no ha recibido una llamada de parte del investigador del caso.

A ella tampoco le han llamado de Negociado de Investigaciones Especiales, pese a que tiene testigos y evidencia.

En una conferencia de prensa el Comité también presentó a la viuda de Jorge Luis Ortiz Jordán, un boricua que fue últimado en su propio hogar, cuando entran al lugar los agentes Ángel Hernández Nieves, Carlos Román y Esteban Moreno,  de la División de Drogas de la 65 de Infantería.

La esposa de Ortiz Jordán, Awilda Pérez,  dijo que el pasado 26 de febrero, en la noche, su esposo salió al patio a amarrar la perra de la familia porque supuestamente había una persecución fuera. Ahí lo interceptan varios agentes y le dan dos disparos.

Pérez aseguró que a su esposo le colocaron armas en el cuerpo, que ella está segura porque él no poseía ningún arma en la casa.

“Le hicieron ver a la ciudadanía y los propios policías que mi esposo estaba armado, cuando mi esposo no era de la calle, no era un maleante”, dijo llorando.

Sus hermanos grabaron con sus celulares luego de escucharse los disparos y los agentes le borraron las imágenes, dijo Pérez, tras  denunciar que los policías han pasado por su casa con la intención “de amedrentarla” y que ella tiene miedo.

El tercer caso es el del pelotero Agustín Peguero, que murió a manos del capitán de la Policía Municipal de San Juan, Ismael Rivera, durante un incidente en Barrio Obrero.

En ese caso hay testigos,  pero estos temen hablar, expreso la mamá del pelotero, Ana Peguero.