La tumba del niño Lorenzo González Cacho luce diferente a todas las que están a su alrededor. Además de las tradicionales flores e imágenes religiosas, en el lugar hay 22 carritos, 12 globos y tres balones de fútbol, obsequios que familiares, conocidos y hasta personas anónimas han dejado en el lugar para recordarlo.

Cuatro años han pasado desde el asesinato del niño Lorenzo y todavía las autoridades no han podido resolver el caso.

Pero la gente no lo olvida.

Personas de todas las edades se acercaron ayer a la tumba que guarda los restos del pequeño para recordarlo y, una vez más, reclamar justicia.

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Entre los que llegaron al Cementerio Porta Coeli estaba un joven de 12 años que se sentó en la grama con su mamá frente a la lápida. El niño, cuya madre pidió que no lo identificaran, fue compañero de Lorenzo en el equipo de fútbol y en la escuela en la Dorado Academy, donde ambos estudiaban.

"Yo estaba junto a él en la escuela. Siempre en la práctica hablaba con él. Por eso el ‘coach’ siempre nos regañaba", expresó el joven, quien recordó a Lorenzo como un buen delantero que "se la pasaba con los gabetes sueltos".

"Un día en vez de darle a la bola le dio al portero. ¡El zapato salió volando!... pero hizo el gol", relató con una sonrisa.

Ese compañerismo que ambos habían desarrollado fue interrumpida para siempre el 9 de marzo de 2010, el día en que Lorenzo fue asesinado en circunstancias que aún no están claras. Desde entonces cada año el joven le insiste a su mamá que lo lleve al cementerio.

"Un día en la escuela nos dicen que un alumno de segundo grado había muerto. Al principio yo no lo creía (que se trataba de Lorenzo). Luego comencé a ver que era cierto", indicó el joven.

Igual que el excompañero de Lorenzo, varias personas transitaron ayer frente a la tumba del niño. Algunos lucían tristes y llorosos, como el matrimonio de Primitivo Torres y Nery Rivera. La mujer, quien no tiene ningún vínculo familiar o de amistad con la familia de Lorenzo, se arrodilló al llegar frente a la tumba del niño.

"Lloro al hijo que nunca tuve... lloro la partida de Lorenzo, un ángel que se nos fue para siempre", dijo Rivera con ojos húmedos.

"Que se haga justicia. El país quiere saber quién lo hizo. Alguien lo mató", denunció Torres, un expolicía que, en términos investigativos, entiende que la escena se trabajó mal desde el principio.

El peregrinar de personas en el cementerio inició desde muy temprano. Apenas eran las 8:00 a.m. de hoy, domingo cuando dos mujeres llegaron a la tumba de Lorenzo. Cargaban flores, globos, huevos de pascua y una bola de fútbol. En una sencilla ceremonia, el dúo oró y entonó himnos por espacio de varios minutos.

"Tengo fe, confío en la justicia de Puerto Rico. Confío que hay una nueva administración. Por supuesto tienen que comenzar desde cero, hay avances, eso es importante. Entiendo que sí se le va a hacer justicia a Lorenzo", dijo Karmen López, secretaria jubilada, residente en Humacao y presidenta del foro en Facebook "Queremos justicia para Lorenzo".

"Nosotros hemos seguido este caso desde el principio. Siempre hemos visto una serie de obstáculos respecto a su esclarecimiento. Y las promesas son las mismas hace 4 años: 'estamos a punto', 'tenemos pistas' y no vemos nada. ¿En qué descansamos nosotros? En nuestra fe y en la justicia de Dios. Que la sangre que fue derramada no va a quedar sin justicia"” dijo la Rosángela López, natural de Arecibo.

Otros que acudieron fueron los caborrojeños María González y Mariano Rosado, quienes pasaron a ver la tumba de Lorenzo tras visitar la de la fallecida madre de Rosado, Ramona Fernández.

"Espero en Dios que se haga justicia. Es un niño inocente", dijo Justina Torres, de Toa Baja, otra dama que se detuvo varios minutos frente a la lápida.

"Si no hay evidencia es falta de una verdadera justicia", dijo Rosado.

Lorenzo González Cacho fue asesinado el 9 de marzo de 2010 a la edad de ocho años en la residencia donde vivía con su madre, Ana Cacho, y sus hermanos en la Urbanización Dorado del Mar, en Dorado.

Según supo este medio a través de un empleado del cementerio, Cacho, visitó la rumba de su hijo el viernes, mientras que su padre, Ahmed Alí González se personó el sábado.

González además, asistió hoy a una vigilia que se organizó frente al hospital de Dorado donde se certificó su muerte y más adelante fue parte de una dedicatoria de un evento de fútbol, según confirmó su primo y abogado, Carlos Sánchez.

Según ha expresado recientemente el designado secretario de Justicia, César Miranda, hay avances en la pesquisa "tratando de cubrir áreas que no habían sido cubiertas o a medio cubrir en ocasiones anteriores". Las autoridades han hablado de hasta cuatro sospechosos, incluyendo la madre del niño asesinado, Ana Cacho, pero todavía no se han producido acusaciones.

“El esclarecimiento (del asesinato) es importante no solo por Lorenzo, sino para que otros niños, otros que pasen por terribles experiencias de violencia, que los autores sepan que sus delitos no quedan impunes”, sentenció Karmen López.