“Hay muchos papás sufriendo”. Ángel Pérez está seguro de eso. 

Por eso abogó recientemente por llamar la atención hacia una medida legislativa presentada durante el pasado cuatrienio que buscaba que este desorden se contemplara como maltrato. 

La Alienación Parental es un conjunto de síntomas que se producen en los hijos, cuando un progenitor, mediante distintas estrategias, transforma la conciencia de los niños con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro padre o madre. Además, ocurre en ocasiones cuando se llevan pleitos en los tribunales de custodia o relaciones paterno/materno filiales, según el catedrático de Psicología, Carlos V. Sosa Mieles.

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Cabe señalar entonces que en el 2015 un total de 11,877 casos de divorcios fueron concedidos, revelan las estadísticas más recientes del tema de la Oficina de la Administración de Tribunales. Y para el año fiscal 2014-2015, un total de 5,680 casos de custodia estaban ante la consideración del tribunal, entre ellos los de relaciones filiales, de acuerdo a la misma fuente. Lo que se desconoce es a cuántos de estos se les aplica el desorden. “Son niños que están atrapados. Son reos de esas personas. Papá también tiene derecho a compartir con el menor. Llevarlo al médico, igual que mamá, y con este síndrome, ¿qué pasa? Papá no puede hacer nada de eso”, subrayó Pérez.

Pero de esto no se habla, apuntó. “Esto es como un tabú porque nadie habla de él. Nadie quiere hablar del tema por el miedo. Hay mucho miedo… Hay muchos papás sufriendo esto”, expuso.

El Proyecto de la Cámara 1309 fue presentado en el 2013, pero solo llegó hasta el trámite de vistas públicas, celebradas en el 2015 cuando hubo expresiones a favor y en contra de la medida. Posteriormente, en enero pasado, el representante Jorge Navarro retomó el asunto con la presentación del Proyecto de la Cámara 30, similar al anterior al proponer contemplar el desorden como maltrato.

Navarro sostuvo que “entendí que era un buen proyecto. Y si no tuvo la oportunidad… se le debe dar el espacio para que vaya a vistas públicas”. La medida establece que “todo progenitor(a), abuelos, tutor o persona custodia de un menor que por acción u omisión intencional, mediante el uso de diferentes estrategias, transforme y/o adoctrine la conciencia del menor, a los fines de denigrar, impedir, obstruir o destruir los vínculos filiales del menor con el otro progenitor, abuelos o persona que no ostenta la custodia, incurrirá en delito menos grave”. 

Pérez no ve a su hija desde hace seis años. “Ella no quiere saber de mí”, dijo. “A mí eso me destruye como padre porque no he sido mal padre. Su pensión ha estado ahí”, precisó.