Resulta que no fueron 13, sino 20 los confinados que se fugaron de la cárcel luego del paso del huracán María por Puerto Rico, incluyendo a un reo que no toleró ni un día la situación caótica del País en la libre comunidad y se rindió ante las autoridades a menos de 24 horas de su huida.

La información fue provista a este diario por el Secretario de Corrección, Erik Rolón, al destacar que el sujeto -del que no proveyó nombre- llegó voluntariamente a un cuartel a entregarse para que lo pusieran nuevamente tras barrotes.

“A lo mejor no soportó la crisis”, dijo Rolón en referencia a las vicisitudes que atraviesan día a día los puertorriqueños para poder suplirse de alimentos, agua, gasolina e, incluso, para poder comunicarse con familiares y amigos tras la devastación provocada por la tormenta.

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De otra parte, indicó que, además de los 13 confinados del campamento El Zarzal (Río Grande) que se fugaron de la cárcel a donde habían sido trasladados  a Bayamón al día siguiente del paso del ciclón, hubo un incidente similar el pasado lunes 25 de septiembre en la cárcel Guerrero de Aguadilla.

“Esa fuga ocurrió a las 11:30 de la noche”, agregó al indicar que el factor de no tener energía “pudo haber contribuido a las fugas” pues la vigilancia opera por sistema eléctrico. Destacó, en cambio, que hay guardias correccionales trabajando en turnos de 12 horas para evitar otras situaciones de emergencia.

Al momento, del primer grupo de fugitivos se capturaron 11 gracias a la colaboración de la ciudadanía y de familiares de los reclusos. Los confinados que aún continúan prófugos son Juan Jorge García y Luis Matos.

Mientras del grupo de Aguadilla, aún queda por capturar al reo Edwin Cuevas Feliciano.

Cualquier persona con información sobre los fugitivos pueden comunicarse al Sistema de Emergencias 9-1-1.