La sargento de la División de Delitos Sexuales y Maltrato de Menores de la Policía, Ivette Rivera, testificó hoy, lunes, sobre el historial médico de una niña de 5 años que en julio pasado pesaba unas 20 libras y fue llevada en condición de gravedad por desnutrición a un hospital, caso por el que encaran denuncias de maltrato los padres de la infante.

Durante la continuación de la vista preliminar contra los imputados Bryan Castillo Batista y Valerie Negrón Luna, la sargento declaró que como parte de la investigación se entrevistó al pediatra Néstor Díaz, quien dijo que los imputados llevaron a su oficina a la niña en cinco ocasiones en los 5 años de la pequeña.

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La testigo dijo en la sala 301 del Centro Judicial de Caguas, que preside la jueza Alicia Velázquez Piñol, que en varias de esas ocasiones las visitas fueron para completar los trámites requeridos para solicitar la ayuda gubernamental de alimentos conocida como WIC.

La sargento Rivera detalló cuánto pesaba la niña de acuerdo a la información provista por el galeno: a los dos meses de nacida pesaba 5 libras con 12 onzas, a los ocho meses pesaba 15 libras con 14 onzas, a los tres años pesaba 15 libras con 9 onzas, a los tres años y siete meses pesaba 20 libras con 8 onzas y a los 4 años con nueve meses pesaba 21 libras.

Asimismo, según la testigo, el galeno en varias de esas visitas instruyó a Castillo Batista y Negrón Luna a llevar a la menor a especialistas como un neurólogo, fisiatra pediátrico o un endocrinólogo, pero no hay evidencia de que los hoy imputados hayan llevado a la niña a esos galenos.

De acuerdo con la investigación de la Policía, en julio pasado los padres, residentes del barrio Cagüitas de Aguas Buenas, llevaron a la menor en condición de gravedad a la sala de emergencias del Hospital HIMA San Pablo de Caguas, desde donde fue referida a la Unidad de Intensivo del Centro Médico en Río Piedras.

En ese momento, según las autoridades, la niña tenía 5 años y nueve meses y pesaba unas 20 libras, un peso muy por debajo del que debe tener un menor a su edad. Además, su desnutrición le causó problemas en su desarrollo y un paro respiratorio.

Castillo Batista y Negrón Luna fueron acusados el pasado 10 de julio por cuatro cargos de maltrato de menores, uno por la niña con desnutrición y los otros tres cargos por las “condiciones infrahumanas” en que vivían los restantes tres hijos del matrimonio.

Como parte del testimonio, la sargento Rivera contó que tres días después de la radicación de cargos visitó a la menor en el Hospital Pediátrico y la vio restablecida, al compararla con su estado al llegar al hospital.

“Estaba caminando, alerta, era otra niña, mejoró totalmente”, indicó la sargento.

¿De su investigación, qué tipo de tratamiento estaba recibiendo esa niña en esos tres días?, le preguntó la fiscal Cristina Caraballo, quien representa al Ministerio Público junto al fiscal Ángel García Rodríguez.

“Alimento”, respondió la sargento.

También testificó que, previo a la radicación de cargos, entrevistó a Castillo Batista, cuyo abogado en sala era Luis F. Maldonado Rivera. El hoy imputado le dijo entonces a la sargento que él decidió no matricular a la niña en la escuela y no ponerle vacunas. Tampoco la habían llevado a un nutricionista porque “estaba ahorrando dinero para llevarla a un buen nutricionista”.

Cuestionada por la abogada de defensa Ana González Cabrera, quien representa a Negrón Luna, la sargento Rivera dijo que no hubo evidencia de maltrato físico o emocional a los niños, pero agregó que “ellos, en el Departamento de la Familia, determinaron que todos los niños eran víctimas de maltrato”.

Negó que el caso se atendiera con celeridad por ser “de prensa”.

También Rivera declaró que “las condiciones en que vivían (los menores era) de poca higiene”.

La vista preliminar continúa mañana, martes.