Roberto Vigoreaux parece haber perdonado a David López Watts, coautor del asesinato de su padre Luis Vigoreaux, pero no así a la viuda de éste, Lydia Echevarría.

Y así se lo hizo saber a los oficiales de la Junta de Libertad Bajo Palabra que analizaron el caso del convicto, quien, tras haber cumplido más de 14 años en prisión y 10 en desvío bajo supervisión electrónica, cualifica para reintegrarse a la libre comunidad.

“Hace alrededor de tres meses fui entrevistado por un oficial sociopenal sobre el caso de López Watts y, de verdad, no presenté objeción para que fuera puesto en libertad sin condiciones porque el informe sobre su conducta era positivo. Hace unos meses está en libertad supervisada y su conducta ha sido intachable; se ha adaptado muy bien. Me informaron que está haciendo obra social, ayudando en un centro de niños y ha sido muy bien acogido por su familia, por sus hijos”, indicó Vigoreaux.

“Cuando hablé con la sociopenal, me mostró información sobre su proceso de rehabilitación y me convenció de que había cumplido con todos los requisitos para salir en libertad y de acuerdo a eso, la familia no debería interferir con ese proceso. López Watts había cumplido con todo lo requerido por el sistema de Corrección y hubiera sido injusto ir en contra de eso”, testimonió.

El ex legislador reconoció que su esposa, Marianne Cortés, jugó un papel importante en su decisión.

“Acudí a la cita junto con mi esposa y después de la reunión ella me sugirió que no nos resistiéramos, ella salió convencida de que López Watts se había reeducado y que no deberíamos entorpecer ese proceso”, expuso el artista.

Contrario a la postura de Roberto, su hermano mayor, Luisito Vigoreaux, rehúsa hablar de un tema que, evidentemente, a pesar de los años transcurridos, parece ser una herida abierta.

“Luisito no habla de esto con nadie. Por eso yo soy el portavoz de la familia”, expresó.

Durante sus reuniones con la oficialidad del Departamento de Corrección, Vigoreaux tuvo oportunidad de ver fotografías del convicto por el horrendo crimen de su padre, aunque nunca se han enfrentado cara a cara.

“Ha envejecido mucho; está bien canoso... Han pasado muchos años y cumplió más que Lydia Echevarría”, dijo en referencia a la viuda de su progenitor.

A López Watts sí, a Lydia, no

Roberto perdona a David López Watts, pero no así a Lydia Echevarría, y justifica su sentimiento de la siguiente manera:

“Lydia fue la que planificó el crimen de papi. Nunca ha expresado remordimientos, ni siquiera ha pedido perdón. Es más, nunca ha admitido que lo mató. Ella sigue inmersa en el viaje de que no fue ella. Que aquí no ha pasado nada. Y si se le pregunta, es capaz de decir que papi anda todavía por ahí”, exterioriza.

Aunque es un asunto que todavía le causa un profundo dolor, Vigoreaux expone que el proceso de asimilar la pérdida de su padre en aquellas circunstancias no ha sido fácil.

Lydia Echevarría cumplió apenas 13 de los 208 años de cárcel a que fue condenada, tras ser conmutada su condena a tiempo cumplido por el entonces gobernador Pedro Roselló González. Se argumentó entonces una supuesta precaria condición de salud para liberar a la actriz, aunque tras su liberación de la Cárcel de Mujeres de Vega Alta ha hecho una vida normal, participando incluso en muchas obras teatrales.

López Watts aparece en una lista de convictos, presos o en programas de supervisión electrónica, que pudieran quedar libres sin condiciones al aplicársele la Ley 44 de 2009, que concede bonificaciones a sentenciados a 99 años o más bajo el viejo Código Penal.