Pedro Rosselló y Aníbal Acevedo Vilá se dieron cita hoy en la funeraria Ehret donde se exponen en capilla ardiente los restos del ex superintendente Pedro Toledo, quien trabajó bajo las administraciones de ambos ex gobernadores.

La visita de Rosselló a la funeraria fue furtiva. En privado el líder penepé dio las condolencias a los hijos de Toledo, Pedro Jorge, Juan José, Luis Fernando y José Eduardo por su fallecimiento. Luego de saludarlos y expresarles unas palabras que no salieron a relucir, el ex gobernador abandonó la funeraria escapando del escrutinio de la prensa.

En tanto su hijo Ricky Rosselló dijo que “el (su padre) estuvo aquí, compartió con la familia dándole sus condolencias como amigo” y le dijo que todas las expresiones que puede hacer de Pedro Toledo las había hecho en vida y las podían buscar en el récord que todas eran muy favorables. Añadió de su parte que “creo que como amigo era una persona extraordinaria y como servidor público también”.

“Debo añadir un pensamiento mío, y es que debemos tomar esta oportunidad de todo lo que Pedro Toledo significa para que los puertorriqueños pongan un granito para la lucha contra el crimen y el narcotráfico”, agregó.

Por otro lado, el ex gobernador Aníbal Acevedo Vila indicó a los periodistas que supo que Pedro Toledo había sido hospitalizado porque su hijo José lo llamó para informárselo, pero no percibió que fuera tan grave la condición.

“El pueblo de Puerto Rico tiene una deuda de gratitud con Pedro Toledo. Fue un gran trabajador y un gran luchador y un gran amigo. Se lo dije a los hijos”, señaló.

Acevedo Vilá recordó que cuando Toledo era Superintendente él era Representante a la Cámara y que desde entonces hablaban del compromiso de luchar por el País. “Él puso una condición cuando lo nombré, que el nombramiento tenía que ser en el pueblo de Juana Díaz y en el Día de Reyes”, dijo Acevedo Vilá con una sonrisa.

En torno a los atributos que se hicieron de Pedro Toledo, el mejor superintendente de la Policía de Puerto Rico, de acuerdo a Acevedo Vilá, fue que conocía la fortaleza y la debilidad del cuerpo de la Policía. “Era un trabajador incansable y tenía una gran lealtad de su comandante en jefe. Me siento orgulloso de su amistad", acotó.

Acevedo Vilá expuso que la mayor aportación de Pedro Toledo fue que no se quitó. Indicó que Toledo logró bajar la criminalidad durante sus años como Superintendente.