Aibonito - El sacerdote católico Israel Berríos Berríos, de 58 años, acusado a nivel federal y estatal por abuso sexual de un menor, no contempla al momento declararse culpable de las acusaciones estatales en su contra, aseguró su defensa.

"El ánimo de mi cliente es que está entristecido, cabizbajo, afrontando los hechos y ayudándonos en el caso", dijo el abogado Edwin Mora, quien representa al sacerdote junto a Julio Eduardo Torres, de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL).

Tras una conferencia con antelación a los procedimientos en la sala 4 del Tribunal de Primera Instancia de Aibonito, Mora dijo que "al momento" no se prevé acuerdo de culpabilidad, tal y como está pasando con el caso federal, que tiene señalamiento de juicio para el 22 de julio. Según Mora, en la federal su cliente también rechazó un acuerdo para declararse culpable.

"Entiendo que al momento el caso está para verse", dijo Mora.

¿Hay posibilidades de un acuerdo?, se le preguntó.

"Hasta ahora, no", afirmó Mora. "Nosotros no hemos conversado eso con mi cliente", aseguró.

Tras una rápida discusión en el estrado, la jueza Yazmín Chávez Dávila pautó la nueva conferencia con antelación a la vista preliminar para el 7 de agosto, esto como una estipulación entre las partes, para esperar por el desarrollo del juicio federal del 22 de julio.

El religioso católico no fue traído a sala, pero se encontraba en una celda del Tribunal de Aibonito, según se supo. Tampoco compareció la presunta víctima del caso.

"Está desanimado, pero entiende el procedimiento dejándolo todo en manos de nosotros y en Dios, que fue lo que dijo", agregó Mora sobre la conversación hoy con su cliente.

 El pasado 13 de mayo, Berríos Berríos fue acusado a nivel estatal de dos cargos de actos lascivos en su modalidad grave.

 La fiscal de distrito, Inés Carrau Martínez, que representa en este caso al ministerio público junto a Camille García Jiménez, explicó que el religioso se expone a una sentencia máxima de ocho años de cárcel por cada uno, sin derecho a probatoria porque la víctima al momento de los hechos tenía menos de 16 años.

Aunque la defensa dice que la Fiscalía debería hacer la oferta de alegación de culpa, Carrau Martínez dijo que la solicitud debería venir del acusado Berríos Berríos, y en ese escenario hay que consultar el preacuerdo con el secretario de Justicia, César Miranda, por tratarse de un caso "de alto interés público".

Carrau Martínez precisó que los hechos ocurrieron entre 2007 y 2008, cuando la víctima tenía 14 y 15 años, en diferentes lugares de Aibonito y otros pueblos de la Isla. Se cometieron diversos actos lascivos en cada año, pero se radicaron solamente dos cargos porque no hay fechas específicas y cada cargo representa un año.

El pliego acusatorio en el foro federal es del pasado 8 de mayo, en el que se le imputa a Berríos Berríos dos cargos de tráfico sexual y dos por transportar a un menor con la intención de prostituirlo. Aunque en esa jurisdicción se ha mencionado que el religioso viajó con el menor en un crucero por el Caribe, Carrau Martínez dijo que ese caso no cae en la jurisdicción estatal por lo que no está incluido en las denuncias que se atienden en el Centro Judicial de Aibonito.

Según las autoridades, la víctima que hoy día es mayor de edad, fue monaguillo en la parroquia San José de Aibonito.

Salen en su defensa

Al tribunal llegaron hoy varias personas que simpatizan con Berríos Berríos, tres de ellas con camisas negras con las frases "Comité en Apoyo al Padre Israel" y "Solidarios".

"Estamos en apoyo solidario al padre. Él guió nuestras vidas. Lo conozco desde los ocho años y ha sido como un padre para mí. Lo que soy se lo debo a él", dijo Jaime Matos, de 27 años y maestro de educación especial en una escuela intermedia.

"La Iglesia le ha dado la espalda... el obispo (de Caguas, Rubén González, quien ha cooperado con el DJ en este caso) quiere lavarse las manos como Poncio Pilato. (Debieron) no juzgar, esperar a que se viera el veredicto para ambos lados", agregó.

Matos, quien aseguró que hay unas 30 a 40 personas en el grupo en apoyo al exsacerdote, entiende que el religioso es inocente y que no se le ha dado oportunidad de dar su versión de los hechos. Agregó que conoce a la víctima que lo acusa, pero dijo no querer comentar sobre él.

 Otra miembro del grupo, que pidió no identificarse, dijo que en los 12 años que Berríos Berríos fue sacerdote en Aibonito nunca percibió nada impropio de su parte, y que por el contrario, fue soporte para ella y otros feligreses en diversos momentos difíciles de su vida.