El fisiatra Miguel Arroyo Ramos, quien resultara herido de bala ayer mientras participaba en el evento Ironman 70.3, fue dado de alta hoy, cerca de las 4:00 de la tarde, del Centro Medico de Río Piedras.

Acompañado por su esposa, Minnie González, el doctor expresó que se sentía bastante bien de salud tras haber recibido dos impactos de bala el día anterior.

"Gracias a Dios, un angelito me protegió porque tengo una herida a nivel de costado que se desvió por obra y gracia de Dios, porque no hay otra explicación", narró antes de abordar un vehículo privado, camino a su casa.

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Relató que iba a la altura del Centro de Convenciones, en Miramar, cuando sintió como si le hubiesen dado un batazo o una patada de taekwondo. A pesar del dolor, pudo seguir pedalenado y se detuvo más al frente donde se econtró con dos hombres quienes le ayudaron.

Estos fueron el también doctor Alan Torres, quien tomaba fotografías durante el evento, y William Medina, quien fue el que lo transportó a la institución en su motora.

Arroyo, quien adelantó que el año que viene competirá en el evento nuevamente, lamentó que el violento incidente empañara la imagen del país ante los cientos de competidores provenientes de varios países que participaron en el evento.

"Tú lo que quieres es que tu pueblo luzca bien y pasa esta situción y uno se entristece", dijo apenado.