Un supervisor de la Unidad de Operaciones Tácticas de la Administración de Corrección aseguró hoy, jueves, que el pasado 21 de marzo no utilizó su rotén contra un grupo de confinados del Complejo Correccional de Bayamón que "hablaban malo" en uno de los módulos de esa prisión.

El sargento José Luis Hernández Rivera, con 16 años de experiencia en el sistema correccional, narró que los reos estaban alterados, pero no agredieron a ningún oficial y dijo que la seguridad del penal nunca estuvo en peligro. Además, manifestó que en ese momento no utilizó su roten porque entendió que no era necesario.

“Entendí que no era necesario (usar el rotén)”, declaró Hernández Rivera, quien ocupó la silla de los testigos en la vista preliminar contra 10 guardias penales imputados de propinarle una paliza a 14 confinados de la Sección 292 del penal bayamonés.

A los guardias penales, adscritos a la Unidad Especializada de Instituciones Juveniles (UEIJ) se les imputan cargos de violación a la Ley de Armas por supuestamente golpear con sus macanas y rociarles gas pimienta a los reclusos, situación que supuestamente fue captada en un vídeo que publicó en las redes sociales.

 La jueza superior, Miriam Jusino Marrero, del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón preside el proceso judicial.

El testigo narró a preguntas del fiscal Jan Mangual Mangual que el 21 de marzo de 2013 había entrado en el turno de las 6:00 a.m. y que tenían un solo oficial porque varios guardias penales habían ido a Ponce al sepelio de un compañero de trabajo.

Indicó que después de las 7:00 a.m. llegó el teniente Daniel Rodríguez con un el grupo de oficiales de la UEIJ para “dar support” y hacer un registro que habían coordinado en la sección 292.

Hernández Rivera identificó en sala al teniente Rodríguez y aunque señaló a los demás imputados dijo que no se acordaba de los apellidos.

Relató que en el salón de visitas les impartieron instrucciones de que tenían que mover a los presos a las cancha y dijo que cuando los confinados se estaban sentando en la cancha hacia la pared proferían palabras soceces. Explicó que gritaban palabras soeces y "de momento se siente una algarabía, uno se molesta, un oficial saca el gas y tira... ahí se formó la situación”.

Dijo que hubo momentos de confusión y en medio de la gritería él se metió detrás de los oficiales y los halaba hacia atrás porque había un confinando botando sangre por la nariz. “Yo les decía que había que darles servicios a los confinados, pero ellos no me escuchaban porque el ruido era inmenso”, declaró el sargento. “Muchos confinados estaban asfixiados por el gas y los fuimos ubicando hacia la pared”, relató para agregar que algunos tenían “raspazos” en los brazos.

Hernández Rivera dijo que los guardias penales están entrenados para usar el gas y los rotenes “dependiendo de lo que surja dentro de la institución".

 “Cuando se usa el gas es porque hay una situación de movimiento y si el confinado está agresivo”, sostuvo el sargento. “Cada oficial va a usar sus criterios por los adiestramientos que tiene en una situación de motín. Cuando los confinados se alteran de diferentes maneras cada oficial va a usar el equipo necesario para someter a la obediencia a los confinados”, añadió el testigo, quien identificó también a algunos de los imputados en el vídeo de los hechos que fue admitido como evidencia.

Los imputados son Lorenzo Ortiz Torres, Carlos Javier Otero Ortiz, Israel de Jesús Pérez, Ramón Cora Romero, Sigfredo José Acosta Acosta, Juan Josué Montero Negrón, Gabriel González Montalvo, Guarionex Galarza González, Nelson Rodríguez Aponte y el teniente Rodríguez

El grupo es representado por una batería de abogados entre los que figuran Michael Corona, José Valle Brenes, Ruz Torres Orengo, que alegan que las imágenes del vídeo no son claras y es poco probable que se les identifique.

La vista preliminar continúa el 3 de enero. Los oficiales de custodia también encaran cargos de agresión menos grave, pero éstos están pendiente a nivel de juicio.