Mayra Elías, la mujer que quedó postrada en una silla de ruedas tras ser arrollada el 22 de septiembre de 2012, expresó hoy, jueves, que se marcha satisfecha del Tribunal de Primera Instancia de San Juan tras producirse la sentencia contra el conductor que la impactó con su vehículo y huyó del lugar en el que también quedaron heridas otras dos personas.

La excorredora de 44 años agregó que tiene su mirada puesta al futuro y en tono pausado se pronunció aliviada por la culminación del proceso judicial incoado contra Luis Gabriel D'Acosta de Jesús, de 24 años.

Tras una extensa vista de impugnación al informe presentencia, la jueza Eloína Torres Cancel, del Tribunal de San Juan, sentenció a D'Acosta de Jesús a cumplir un año de prisión, así como ocho años y seis meses en sentencia suspendida.

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El joven, además, deberá pagar $1,000 de multa y una pena especial de $1,200, se informó después de la audiencia que se prolongó por dos horas.

 "Estoy satisfecha", dijo pausadamente Elías al ser abordada por periodistas a su salida de la Sala 1105 del Tribunal de San Juan. "No tengo ningún rencor (contra el convicto). Siento el dolor de su familia. También ahí está su mamá, y tiene que sufrir. Yo soy madre", sostuvo.

Con serenidad, la mujer explicó que continúa su proceso de recuperación física, así como de transformación personal. 

"Desde el primer día he comenzado a transformar mi vida. Así que esto no me va a quitar lo que estoy haciendo desde ese momento, que es ayudar a otros, dar la mano. Esto es una lección de vida para ese pobre muchacho y para mí también", expresó Elías, quien para muchos se ha convertido en un símbolo de superación.

La fémina ha creado una fundación dedicada a ayudar a personas accidentadas y ha recibido reconocimientos de diferentes entidades.

Según la acusación, el 22 de septiembre de 2012, D'Acosta de Jesús atropelló a Elías mientras la mujer corría por el carril exclusivo de la Autoridad Metropolitana de Autobuses, a la altura de la Avenida Constitución, aledaño al Parque Luis Muñoz Rivera. En esa colisión también arrolló a otros los corredores Ana Rivera Arenas, de 42 años, y Jorge Rivera Bujosa, de 31.

D'Acosta de Jesús se declaró culpable de tres cargos de lesión negligente y de dos cargos menos grave por abandono de escena y daños.

Sin embargo, solo enfrentó juicio por el cargo de destrucción de evidencia. Torres Cancel lo encontró culpable de este cargo.

Reclama perdón 

Durante la vista, D' Acosta de Jesús rompió su largo silencio público, pidió perdón a cada uno de los perjudicados y suplicó a la jueza por su libertad.

"Tuve la oportunidad de mostrar arrepentimiento y pedir perdón y creo que no fue de la mejor manera. Hoy creo que estoy más preparado, le pido perdón", dijo D'Acosta de Jesús.

Añadió que sentía "respeto y admiración" por la forma en que cada afectado se ha superado.

Elías no le creyó. "Él nunca me ha mirado a la cara. Él vuelve e indica que tuvo su momento de arrepentimiento y yo vuelvo y digo que no, porque nunca me ha dicho nada. Lo único que me dijo es que lamentaba lo que me había ocurrido. Eso no es arrepentimiento", expresó la mujer.

 "Él tiene que tener su arrepentimiento", agregó al salir de sala.

El tema del arrepentimiento de D' Acosta de Jesús fue una constante durante la prolongada vista.

La técnica sociopenal, Noemí Martínez, dijo que de su entrevista con el convicto surgía que éste expresaba que: "No puedo sentir culpa porque no recuerdo el evento".

Esto fue fundamental en su informe presentencia recomendando una sentencia combinada de cárcel y probatoria.

"Una persona que no puede aceptar, que no tiene ese proceso de introspección de que cometió un delito, no puede beneficiarse de una rehabilitación en la libre comunidad", expresó Martínez en la audiencia.

También la técnico declaró que el convicto le dijo que hizo alegación de culpa en cinco de los seis cargos porque el caso judicial "era un proceso tedioso y largo".

"El principio de la rehabilitación es asumir responsabilidad", expresó, por su parte, el fiscal Fleming Castillo.

 Mientras, el abogado de defensa, Wilfredo Díaz Narváez, aseguró que su cliente sí está arrepentido, pero que no lo expresa cómo algunos esperarían. "El arrepentimiento ha llegado de forma distinta en tiempo y manera", indicó el letrado.

Al momento de imponer la sentencia, la jueza Torres Cancel también dio gran peso al tema del arrepentimiento.

"Partiendo de que usted no recuerda, si a una persona le dicen que cometió un acto, y puede ver los evidentes efectos de lo que hizo, puede mostrar arrepentimiento y vergüenza", indicó la jueza Torres Cancel.

El otro asunto medular para la jueza al momento de imponer la sentencia fue lo que hizo D' Acosta de Jesús tras el choque: abandonar la escena y a los heridos.

 "No hay duda que este caso fue un accidente, y tal vez le ocurre a cualquiera. Lo que no le pasa a cualquiera es abandonar la escena de un accidente. Una persona responsable no hace eso", sostuvo Torres Cancel.

El joven, quien durante el proceso de hoy, jueves, lucía serio, cambió su aspecto a uno atribulado y lloroso, luego que la jueza lo sentenció y fue esposado por alguaciles.

Apoyo familiar 

Elías estuvo acompañada durante la larga jornada judicial del jueves por su hija Nicole, de 16 años; su esposo, Luis Javier Pérez, y por los otros perjudicados Rivera Arenas y Rivera Bujosa.

 Pérez, quien durante la vista en ocasiones se le vio lloroso mientras apretaba la mano de Elías, dijo que hay un mensaje importante que está llegando a la sociedad con la tragedia que sufrió su esposa.

"El mensaje se llevó. Esto puede ocurrirle a cualquiera, pero es la acción que se hace después de eso... El mensaje tiene que enviarse. No se puede dejar que una persona haga eso, se esconda y salga bien", indicó Pérez, quien se expresó "aliviado" por la conclusión del juicio.

Otro que acompañó a Elías fue el procurador de las personas con impedimentos, Ivan Díaz Carrasquillo.

 "Se hace justicia. Se envía a la sociedad el mensaje correcto, sí atropellas a una persona y le causas daño, tienes que asumir las consecuencias de tus actos", expresó el funcionario.

La sentencia de solo un año de cárcel también satisface al fiscal Fleming Castillo, quien junto a Betzaida Quiñones representaron al ministerio público.

 "Creo que se hace un balance. Esto es una persona que no tenía récord anterior, de buena familia, con recursos, pero a la misma vez el daño que causó es irreparable. Un año en la cárcel transforma, un año impacta. Tú le pudes dar a una persona el Caribe Hilton como cárcel y al mes está harto", expresó Castillo.

Los abogados Díaz Narváez, Wilmarie Díaz Narváez y Víctor Ramos, así como la madre del convicto Melba de Jesús y sus tíos José Figueroa y Aida de Jesús, declinaron dar declaraciones a la prensa al salir del Centro Judicial.

Drama intenso

La vista fue un proceso dramático, centrado en los intentos de las partes por convencer a la jueza de su respectiva posición.

Por ejemplo, Díaz Narváez impugnó el informe presentencia con varios testigos para plantear que su cliente no tiene antecedentes penales, que es ingenuo, de buena familia. Preció que estaba afectado emocionalmente por el accidente, que era una persona con tres trabajos y buenas notas al momento del suceso. Incluso, planteó que su cliente corría riesgo, si era encarcelado.

"Igual que debemos sensibilizarnos a la desgracia (de los atropellados), no podemos quedarnos silentes de que este joven merece la oportunidad de una sentencia suspendida", dijo Díaz Narváez.

 "Resulta injusto ponerle un estigma monstruoso a Luis Gabriel como un joven que no le ha pasado nada después del accidente. Su vida ha cambiado después del accidente", recalcó.

Mientras, el fiscal reclamó que el impacto en la vida de Mayra Elías era "desgarrador", porque perdió el empleo, quedó en una silla de ruedas, sometida a constantes tratramientos y a la pérdida sustancial de ingresos económicos.

 Destacó que su esposo también perdió un empleo y tuvo que buscar uno nuevo que le diera flexibilidad para estar con su esposa en las terapias. Ademas, destacó que tuvieron que modificar estructuralmente parte de su casa y su vida social.

"Le partió la vida en dos", subrayó el fiscal.

Asimismo, le dijo a la jueza que el país estaba atento a lo que ella hiciera en este caso porque la Rama Judicial está bajo el escrutinio público, no solo por la impresión de que la justicia se consigue en las cortes federales sino por el arresto del ahora suspendido juez Manuel Acevedo, acusado de soborno en el Tribunal Federal.

Finalmente, Mayra Elías pudo hablar en corte.

 "Ya yo no puedo hacer lo que más me gusta, correr por las calles de San Juan. Yo llevaba 17 años haciéndolo. Todos los días le doy gracias a Dios que me dio la oportunidad de estar aquí, con mis hijas y mi esposo. Yo espero que tengas tiempo de reflexionar, que Dios tenga misericordia de tí", expresó mirando al convicto poco antes de ser sentenciado.