Para sorpresa de muchos, incluyendo a los representantes del Ministerio Público, el viernes pasado el joven Heriberto Martínez León levantó sus manos y no precisamente para sacar el dedo corazón en señal de burla, sino para declararse culpable por encubrimiento en el caso del asesinato de un disc jockey en Cidra.

Fue a eso de las 4:30 de la tarde que el joven de 19 años –en compañía de su abogado Leonardo Rosario Santiago– hizo alegato de culpabilidad en la sala de la jueza Camila Jusino, del Tribunal de Caguas.

Martínez León está acusado, junto a su amigo de la infancia Jean Carlos López Carrasquillo, de la muerte del disc jockey Jan Carlos “Yankee” Alvarado, quien fue asesinado el pasado 29 de junio de un balazo en el pecho. Tras los hechos, trascendió que fue López Carrasquillo quien haló el gatillo. Luego, fue protegido y sacado a la huida del lugar por Martínez León, su pana y vecino del residencial Brisas, de Cayey. Aparentemente, el altercado se suscitó por previos roces entre las partes.

“No sabíamos que lo iba a hacer... ni siquiera estaba la familia del occiso en sala. Pero lo importante es que no hubo reclasificación y se declaró culpable por el delito imputado”, dijo a Primera Hora el fiscal Edmanuel Santiago Quiles, quien lleva el caso junto con su homóloga Yaritza Carrasquillo.

Santiago Quiles agregó que Martínez León se mantuvo apacible en la sala, contrario a otros eventos en los que ambos acusados han mostrado una actitud desafiante, tanto es así que ganaron notoriedad por sacar el “dedo malo” ante las cámaras de los medios de comunicación el día que le radicaron cargos criminales. Esa imagen fue utilizada por el Partido Nuevo Progresista como parte de su campaña para impulsar el voto por el “sí” para limitar el derecho a la fianza.

“Estaba bien tranquilo. Lo acompañaba su mamá y sí, definitivo, su actitud fue diferente a la que asumió en otras ocasiones”, dijo Santiago Quiles.

“Luego que le faltaron el respeto a una familia y posteriormente, al país completo, hoy le pasamos factura a ese comportamiento y buscamos que se haga justicia para alguien que manchó la dignidad del pueblo de Puerto Rico”, agregó el portavoz del Ministerio Público.

Según explicó a este diario el fiscal de distrito José Capó, el encubrimiento es un delito tipificado bajo el viejo Código Penal (el que aplica de acuerdo con la fecha en que ocurrieron los hechos) como uno de cuarto grado y conlleva una pena mínima de seis meses y un día, hasta un máximo de tres años en cárcel.

La vista de presentencia del caso fue señalada para el 12 de diciembre.

“En este caso vamos a radicar pena de agravantes para tratar de convencer al juez de que dé una pena máxima”, explicó Capó al aclarar que este es el primer caso que Martínez León enfrenta como adulto. Este estuvo en probatoria por unas faltas que cometió cuando era menor de edad.

La vista de status conference contra López Carrasquillo será el 29 de noviembre.

Anteriormente, la madre de la víctima, doña Wanda Martínez, exigió al Gobierno mediante una carta buscar soluciones a la criminalidad a través de programas que atraigan a la juventud.

“Uno se pregunta dónde están los valores que les inculcamos a los hijos. Dónde queda el amor, que fue el regalo más preciado que Dios nos dio. Porque mi hijo perdió su vida por manos de jóvenes, igual que él… tal vez por ningún motivo, solo por demostrar que son más machos que nadie con un arma”, expresó en la misiva.