Julio Rondón Díaz se declaró culpable hoy, Viernes, de la muerte de dos perros, que perecieron por sofocación en la cabina de una guagua pick up cuando el hombre se disponía a dejar las mascotas en el albergue de The Humane Society, en Guaynabo.

Rondón Díaz llegó a un acuerdo con el Ministerio Público mediante el cual se le reclasificaron dos cargos de maltrato agravado, a la modalidad de negligencia agravada bajo la Ley 154 para el Bienestar y la Protección de los Animales. El acuerdo es con miras a una sentencia suspendida de un año.

Además, tiene que restituir $4, 000 a The Humane Society por los gastos incurridos en la necropsia de los animales y el proceso judicial.

La negligencia agravada se configura cuando una persona intencionalmente, descuidadamente o con negligencia criminal falla en proveer cuidado mínimo a un animal y resulta en una lesión o en la muerte de un animal.

El juez superior Julio Rivé de la Rosa, del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, acogió la alegación de culpabilidad y dio paso al acuerdo que fue suscrito por la fiscal Liz López. La presidenta de la junta de directores de The Humane Society, Leysha Swayne, quien estuvo presente en la sala judicial, avaló el arreglo.

El juez refirió al convicto al proceso de evaluación sociopenal, y la sentencia quedó señalada para el 2 de diciembre próximo.

Los hechos se remontan al 16 de octubre de 2014, cuando Rondón Díaz transportaba a una labrador y un pitbul desde Caguas hasta el albergue en Guayanbo, donde se disponía a dejar a los canes, de nombre Princesa y Tigre.

Según la investigación de los hechos, que realizó el policía municipal de Guaynabo Luis Vidal Silva, Rondón Díaz salió de su residencia temprano en la mañana y llevaba los perros encerrados en la cabina de una Toyota Tundra con una cubierta de plástico.

El policía narró que al llegar al albergue, el hombre dejó los canes en la guagua al sol, mientras él hacía fila para ser atendido. “Ese día la temperatura rompió récord de calor, y la guagua no tenía ningún tipo de ventilación. Los perros murieron sofocados”, relató Vidal Silva. Dijo que cuando llegó al lugar, le hizo las advertencias de rigor al hombre, quien le dijo que ese día contraería matrimonio.

El policía añadió que durante la investigación, encontró que los perros -en su desespero por salir de la guagua- aruñaron el “cover de la cabina”.

Por su parte, Swayne dijo que el incidente de unos 50 minutos, desde que Rondón Díaz llegó al lugar hasta que se percata que los animales se habían sofocado, fue grabado por las cámaras de seguridad de la institución.

“No puedo creer que este tipo de cosas ocurran. Si no se transporta a un niño de esa manera, no se puede hacer con ningún ser viviente”, sostuvo Swayne.

A su salida del tribunal, Rondón Díaz no hizo expresiones públicas. Estuvo representado por el licenciado Alexis Acevedo.

En una vista anterior, el abogado Roberto Alonso Santiago, quien también lo representó en el caso, dijo que su cliente trató de buscar auxilio, y que el albergue no cuenta con instalaciones de espera para animales peligrosos.