Neysha Enid Colón Bergollo se declaró culpable de participar del asesinato de Nadiaangelí Velázquez Ramírez, cuyo cadaver fue hallado quemado, mutilado y con signos de tortura, en una vía rural en Toa Alta, el 30 de julio de 2012.

La acusada hizo alegación de culpabilidad a cambio de una sentencia de cinco años de cárcel y otros 15 años en probatoria, si cualifica. De lo contrario, deberá extinguir 10 años de prisión.

La jueza superior, Vivian Dureaux Rodríguez, del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, acogió un preacuerdo que fue negociado entre los fiscales, Enrique Rivera Mendoza y Jesús Soto Amadeo, y los abogados de defensa, Manuel Gómez Encarnación, Manuel Gómez Guerrero y Leticia Maldonado Ruiz.

La negociación contó con el aval de la madre de la víctima, Ana Delma Ramírez Solís.

Mediante el acuerdo, a Colón Bergollo, se le reclasificó un cargo de asesinato por uno de asesinato atenuado, uno de secuestro por restricción a la libertad y dos artículos de apuntar y disparar un arma de fuego por la modalidad de posesión de un arma de fuego, sin alegar el uso. Otro cargo de conspiración quedó como le fue imputado con agravantes y otro de destrucción de prueba.

Antes de acoger el preacuerdo, la jueza le preguntó en sala a la madre de la víctima si había dado su consentimiento a la negociación y Ramírez Solís, respondió en la afirmativa.

La jueza refirió a la acusada al proceso de preparación de informe sociopenal y le advirtió que si no cualifica para sentencia suspendida, la pena será de 10 años de prisión. La vista de lectura de sentencia quedó señalada para el 23 de abril.

“Se tenía que hacer justicia”, dijo ahogada en lágrimas la progenitora de la víctima, que tenía 30 años al ocurrir los hechos.

“El 17 de julio de 2012 mi hija Nadiaagenlí me dio su encomienda. Sentadas en una mesa de almuerzo me dijo que si algo le pasaba me acordara de este nombre de mujer: Neisha. Yo no tenía idea de quién era y poco a poco fui organizando las cosas hasta que llegué a rostros y apellidos”, relató la atribulada madre.

Ramírez Solís dijo que el día de los hechos, su hija le dijo las mismas palabras de que temía por su vida a su amiga, Morayma Jorge. “Me siento satisfecha en el sentido de que le cumplí con su última encomienda… Para mí este proceso ha sido un ejemplo de lo que es el derecho rogado y le pido a todos los padres y madres a quienes les asesinen a alguien que se desvistan del miedo y colaboren porque la impunidad no puede seguir entronizada en este país”, afirmó la experiodista.

Ramírez Solís denunció además que teme por su seguridad. “Si me pasa algo tiene que ver con la lucha que he tenido con este caso”, dijo para agregar que ha recibido amenazas.

La Policía sin embargo, no ha cerrado la investigación del asesinato de Nadiaangelí. El agente investigador, Ramón Rosado Romero dijo que hay “otras nueve personas de interés identificadas y la investigación continúa sobre ese grupo de personas”.

Dijo que por eso, las acusaciones que le fueron radicadas a Colón Bergollo eran en concierto y común acuerdo “con otras personas”.

La Policía alega que Velázquez Ramírez fue secuestrada y posteriormente asesinada para silenciarla, porque supuestamente iba a testificar en un caso de fraude en el que también estaba implicada la acusada y otras personas que, hasta el momento, no han sido identificadas, ni arrestadas por el crimen.

Ramírez Solís estuvo acompañada hoy por la trabajadora social, Yaitza Rojas, del grupo ALAPÁS (Alianza Laura Aponte por la Paz Social).

No había familiares de la acusada en la sala judicial. Colón Bergollo está confinada en la Cárcel de Mujeres de Vega Alta.