Dos de los cuatro acusados por el asesinato de un hombre de nacionalidad irlandesa en medio de un robo domiciliario ocurrido en agosto pasado en Lajas, hicieron alegación de culpabilidad el lunes en el Tribunal de Primera Instancia de Mayagüez y fueron sentenciados a 99 años de prisión el mismo día, informó hoy, martes, el Departamento de Justicia.

El juez José Montijo Román, de la sala 201 del Centro Judicial de Mayagüez, sentenció Miguel Ángel Santiago Cruz, de 27 años, y Ángel Miranda Maldonado, de 20, a 99 años de cárcel por asesinato en primer grado, 30 años adicionales por robo domiciliario y otros tres años por uso de disfraz.

Asimismo, Miranda Maldonado se declaró culpable de un cuarto delito, infracción a la Ley de Sustancias Controladas, que implica 10 años de cárcel.

Las penas serán concurrentes, por lo que cumplirían 99 años de prisión, según reza un comunicado de prensa.

La fiscal Wandy Camacho llevó el caso por el ministerio público, se indicó.

Mientras, a los otros dos acusados en este crimen, Orvin Irizarry Santana, de 19 años; y Wanddy Ivelisse Vázquez, de 29, se les pautó una conferencia con antelación al juicio para el 22 de enero de 2015.

Los cuatro implicados en el crimen eran vecinos del irlandés Gary Paul Hatswell en el sector La Haya, de Lajas, y según se desprende de la investigación, planificaron un robo domiciliario que tuvo saldo fatal.

Según las autoridades, Hatswell, de 60 años y pintor residente en la Isla por unos 10 años, tuvo un accidente de tránsito en la comunidad donde reside y sus vecinos lo escucharon decirle al conductor con el que chocó que le pagaría los daños con un dinero que guardaba en su casa.

De acuerdo a la versión ofrecida por la Policía, los implicados son un matrimonio y otros dos individuos que viven en tres casas separadas pero en la misma calle de la víctima, quienes planificaron escalar la vivienda para robarle dinero a Hatswell.

Los ladrones entraron por la ventana de su habitación, tomaron el dinero de la billetera y prosiguieron buscando otros artículos de valor. A pesar de que el sexagenario estaba dormido, lo ataron, le colocaron un paño en la boca y tras golpearlo, lo estrangularon utilizando el cable de un cordel de ropa, según la pesquisa de la Policía.