El teniente jubilado de la Policía, Sergio Calderón Marrero, se entregó en horas del mediodía de este lunes a las oficinas del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), luego de ser acusado de 17 cargos relacionados a un esquema de fraude para la obtención de licencias de portación de armas por el que ya fue acusado y convicto el abogado notario Antonio Peluzzo Perotín y los dueños de la armería Lawman Gunshop, en Bayamón.

La jefa de la Fiscalía federal, Rosa Emilia Rodríguez, informó que el jueves pasado un gran jurado federal emitió un pliego acusatorio contra el exjefe de la División de Arrestos y Allanamientos de la Policía de la región de Bayamón con cargos por conspiración para cometer fraude de identidad, producción ilegal de documentos de identificación, robo de identidad agravado, tentativa de intervención con testigos y tentativa de obstrucción a la justicia.

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Calderón Marrero fue llevado ante el magistrado federal Bruce McGiverin para la vista inicial, y se pautó la vista de fianza para este jueves, por lo que permanecerá detenido en el Centro de Detención Metropolitano (MDC), en Guaynabo, hasta entonces.

Se alega que Calderón Marrero obtenía certificados falsificados de cursos de uso y manejo de armas de fuego, mediante firmas falsificadas de clientes y usaba el sello notarial de un abogado ya fallecido para obtener las licencias de portación de armas para sus clientes.

Según la acusación, entre enero de 2012 hasta el 18 de febrero de 2014, Calderón Marrero conspiró con otros para obtener las licencias ilegalmente.

El expolicía supuestamente cobraba a los clientes por sus servicios y luego emitía documentos falsificados a las autoridades, usando identificaciones de otras personas, con la firma falsificada del superintendente de la Policía y el sello notarial del abogado fallecido, detalla el pliego acusatorio.

El propósito de la conspiración, se informó, era obtener licencias de portación de armas de fuego falsificadas para su ganancia personal. Se estima que se apropió de aproximadamente $105,000.

De ser encontrado culpable, el expolicía enfrentaría hasta 15 años de cárcel por la producción ilegal de documentos, 15 años por conspiración para cometer fraude de identidad, y hasta 20 años por intentar intervenir con un testigo. Los fiscales del caso son Luke Cass y José Capó Iriarte.

El 13 de noviembre pasado los agentes del FBI allanaron la residencia del policía retirado en la urbanización Versalles, en Bayamón. Esta mañana, fueron a arrestarlo pero no se encontraba en su casa, y se comunicó con las autoridades para entregarse.

El primer arresto relacionado a este caso fue el de Peluzzo Perotín hace un año, quien el 16 de septiembre pasado ss declaró culpable por actuar en concierto y común acuerdo con otros para falsificar documentos y emitir permisos de portación de armas a través de la armería propiedad del matrimonio María del Carmen Rivera Negrón y Julio Colón Santiago, quienes también hicieron alegación de culpabilidad y están en espera de ser sentenciados en enero.

Peluzzo Perotín, de 43 años, llegó a un acuerdo con la Fiscalía federal para declararse culpable por uno de los 500 cargos que pesaban en su contra y una pena de prisión recomendada de 15 años. La lectura de sentencia ante el juez federal Francisco A. Besosa fue pautada para el 22 de enero de 2015.

El abogado notario era uno de los líderes del esquema y actuó con los dueños de la armería, usando computadoras, sellos y falsificando firmas de jueces estatales para vender certificados fraudulentos de permisos de armas sin pasar por el debido proceso de ley y quedándose con el dinero, según trascendió de la investigación federal.

Cuando el matrimonio fue detenido en marzo pasado, se informó que tenían contactos en la Comandancia de la Policía en Bayamón, donde supuestamente les llevaban café, donas y pitorro a cambio de su ayuda.

Se alega que Peluzzo Perotín cobraba entre $1,000 y $1,500 para conseguir permisos de portación de armas, lo que hizo falsificando firmas de jueces y mandó a hacer un sello del tribunal en una tienda que vende artículos de oficina. De forma expedita y sin tener que ir a vistas con testigos de buena reputación, emitía las licencias de portación. Se estima que se apropió de $1.8 millones.

Por su parte, el matrimonio fue arrestado en marzo pasado por supuestamente llevar a cabo un esquema para gestionar licencias fraudulentas de portación de armas a por lo menos 1,300 personas, cobrando entre $1,000 y $1,500 por cada solicitud, con la asistencia de Peluzzo Perotín.