Un hombre fue acribillado a tiros durante la noche de ayer, sábado, mientras transitaba por el barrio Saint Just de Carolina cuando presuntamente se disponía a visitar a su pareja.

Este es el sexto asesinato reportado durante el fin de semana. Los otros crímenes se reportaron en Salinas, Rio Piedras, Fajardo, Manatí y Dorado.

De acuerdo al informe de novedades de la Policía, Héctor O. Rivera Febres, de 32 años, alias Buby, vecino del barrio La Central en Canóvanas, fue asesinado dentro de una guagua Mitsubishi Outlander, del año 2017, color gris.

En el vehículo se ocuparon $21,000 en efectivo.

La víctima, que hace un año había sido víctima de un atentado, tiene expediente criminal por tentativa de asesinato y violación a las Leyes de Sustancias Controladas y de Armas.

El individuo estaba en libertad bajo probatoria federal por narcotráfico.

Rivera Febres era hijo de un sargento de la Policía Municipal de Canóvanas.

El sábado, a las 5:52 p.m. se reportó un asesinato en el barrio Sabana Llana de Salinas, donde pistoleros asesinaron a Braulio Díaz de Jesús, de 39 años e hirieron a otro hombre, de 51 años frente a su residencia por motivos que se desconocen.

De otro lado, a las 5:35 a.m. del sábado, en el sector Rincón de Fajardo, fue localizado el cadáver de un hombre que no fue identificado el cual presentaba impactos de bala.

El viernes, a las 10:24 p.m. en el Callejón Los Cintrón de Manatí, las autoridades localizaron el cuerpo baleado de Luihomar Santos Canales, de 31 años, quien residía en ese municipio.

Además, un hombre no identificado fue encontrado muerto con múltiples heridas de bala en el área playera del sector El Único en Dorado.

En lo que va de año han ocurrido 200 asesinatos, uno más que los reportados a esta fecha por la Policía en el 2016.

De otra parte, el cadáver de una persona en estado de descomposición fue localizado durante la mañana de hoy, domingo, en la playa de Punta Salinas, informó la Policía.

La Policía fue notificada a las 7:30 a.m. de hoy sobre el hallazgo del cuerpo que según se estima puede llevar alrededor de dos días en el lugar.

Debido a su estado de descomposición no se puede apreciar si presenta signos de violencia.

Agentes adscritos a la División de Homicidios de Bayamón junto al fiscal de turno investigan la escena.