Tres asesinatos entre el viernes en la noche y la tarde del sábado elevaron a 12 la cifra de muertes violentas en lo que va del 2015, siete menos que el año pasado durante el mismo periodo de tiempo.

El caso más reciente y que mantiene ocupado a la división de Homicidios de Aguadilla se perpetró el sábado a las 2:30 p.m. en el barrio Centro, de Moca, donde perdieron la vida baleados Ferdinand López Montalvo, de 38 años y Julio Vargas Díaz, de 47.

López Montalvo, dueño de una compañía de vaciado de pozos sépticos, había acudido a la residencia de Vargas Díaz para realizar un trabajo y, de paso, lo invitó para que lo acompañara a su próxima tarea, en Moca.

Los dos hombres son vecinos de Cabo Rojo y no tenían récord delictivo.

Los cuerpos baleados de las víctimas fueron encontrados a eso de las 2:30 p.m. cerca del camión de la compañía, que a su vez estaba conectado al pozo séptico de una residencia cuyos propietarios aseguraron que no habían contratado a la empresa.

El teniente Carlos Peña, jefe de Homicidios de Aguadilla, explicó que el móvil del robo ha sido descartado y se investiga, entre otros ángulos, las circunstancias en que López Montalvo renunció a una compañía de vaciado de pozos sépticos para iniciar su propia empresa.

Por lo pronto se teoriza que Vargas Díaz es una víctima inocente de la balacera. El celular de López Montalvo, considerado una pieza clave de la pesquisa ya que delataría quién lo convocó al trabajo en Moca, no aparece.

En la escena no se ocuparon casquillos de bala y tampoco se han encontrado cámaras de seguridad en la zona.

De otra parte, sigue sin ser identificado el cadáver de un hombre encontrado baleado a las 9:10 p.m. del viernes en la calle Cruz, de la urbanización Valencia, en Hato Rey. El cuerpo ha sido descrito de unos 25 años, de tez blanca, cabello y ojos marrones y unas 165 libras de peso. Vestía una camisa roja, un pantalón corto negro y tenis.

Además, tenía un tatuaje en el antebrazo derecho con letras negras.