Dos hombres fueron asesinados y uno resultó herido de bala al filo de la medianoche en la marginal del expreso Rafael Martínez Nadal, hacia la salida de la estación del Tren Urbano, en dirección de Guaynabo a San Juan.

De acuerdo a informe preliminares ofrecidos por el inspector Julio Marcano, subdirector del Cuerpo de Investigación Criminal del área de San Juan, los hechos se originaron en la carretera PR-21, cerca del hospital Metropolitano, cuando las víctimas de los sicarios fueron atacadas a tiros mientras transitaban en un automóvil marca Geo Tracker, color verde, del año 1997.

La persecución prosiguió por la intersección de la carretera PR-19, donde las víctimas viraron en contra del tránsito para intentar escapar y se volcaron, explicó el oficial.

El conductor del vehículo, identificado como Steven Joel Aponte Martínez, de 21 años y vecino del sector Caimito, en Río Piedras, se encuentra recluido en el Centro Médico en estado crítico. Recibió 20 heridas de bala.

Según los expedientes de la Policía, el joven fue fichado por violación a la Ley de Armas el 11 de febrero de este año. El herido fue transportado en una patrulla hasta el hospital Metropolitano, donde recibió los primeros auxilios.

Casualmente, una de las víctimas fatales de la balacera, identificado como Jeremy M. Torres Villegas, de 19 años y también del sector Caimito de Río Piedras, está fichado el mismo día y por los mismos delitos que Aponte Martínez.

La segunda víctima fue Luis J. Estrada Nieves, de 22 años, vecino del residencial El Manantial, en Puerto Nuevo, y quien tenía expediente criminal por el delito de apropiación ilegal en el mes de octubre del año 2013.

Torres Villegas recibió 42 impactos de bala y Estrada Nieves presenta 16 heridas, según se detalle en el informe de novedades de la Policía.

El motivo del crimen aún no ha sido establecido, ya que hay varios ángulos que todavía están bajo investigación.

En la escena se recuperaron casquillos de pistolas de calibre .40 y 9 milímetros. Hasta el momento, dijo Marcano, no se ocuparon armas ni ningún otro material ilícito dentro del vehículo en el que viajaban las víctimas.

El caso fue investigado por el agente Reinaldo Bermúdez, adscrito a la División de Homicidios del área de San Juan, y el fiscal Fernando Chalas.