Cinco semanas después de reconocer que ponderaba el mejor momento para jubilarse, la jueza presidenta del Tribunal Supremo, Liana Fiol Matta, anunció hoy, viernes, que dejará la jefatura de la curia el 31 de enero de 2016.

La decisión de Fiol Matta de dimitir al cargo nueve meses antes de cumplir la edad del retiro obligatorio ofrece espacio al gobernador Alejandro García Padilla para nombrar un sustituto o sustituta, quien sería evaluado durante la sesión ordinaria del Senado que inició recientemente.

“Tras haber completado gran parte de la agenda que me impuse al asumir la presidencia del Tribunal Supremo y dejar encaminados diversos proyectos de vital importancia para administración de la justicia en Puerto Rico, le notifico mi decisión de acogerme a la jubilación”, afirmó la jurista en una misiva enviada al mandatario esta mañana.

“La determinación que hoy le notifico es el resultado del análisis ponderado de una serie de circunstancias, tanto personales como familiares y profesionales, que requieren que deba emprender nuevos caminos luego de más de cuatro décadas dedicadas a la educación, al derecho y al servicio público. A ello se suma un elemento que siempre ha sido el norte de mis gestiones al frente del Tribunal Supremo, la estabilidad de la Rama Judicial”, agregó.

En el parte de prensa en que divulgó su decisión, aseguró que desde la presidencia del Tribunal Supremo imprimió “en las páginas de la historia de la Rama Judicial mi visión de que el verdadero acceso a la justicia y la equidad es posible mediante la conjunción de dos elementos, la educación ciudadana y una judicatura sensible a la realidad que enfrentan las personas que acuden a los tribunales en busca de justicia”.

Recordó también que le correspondió dirigir la Rama Judicial “en tiempos de grandes desafíos económicos y en momentos en que la Judicatura enfrentó una seria crisis de confianza, quizás la mayor en su historia”.

El 11 de junio de 2014, Fiol Matta asumió la presidencia del Tribunal Supremo. Durante su gestión, enfrentó un recorte de $54 millones al presupuesto de la Rama Judicial y el escándalo que provocó el arresto y la convicción del exjuez Manuel Acevedo Hernández, convicto a nivel federal por corrupción judicial.

Jubilación en proceso

La segunda mujer en presidir el Tribunal Supremo comenzó a ponderar su jubilación desde octubre pasado, como había anticipado este medio. Pero, según una fuente judicial con conocimiento de la decisión, confirmó que la jurista pospuso el retiro para completar algunos informes y proyectos administrativos que estaban pendientes.

El 19 de febrero de 2004 Fiol Matta juró al cargo de jueza asociada para ocupar la vacante dejada por la jueza Miriam Naveira Merly, a quien la entonces gobernadora Sila M. Calderón Serra había nombrado jueza presidenta. 

Una década después, García Padilla la nombró a la presidencia del máximo foro judicial. Actualmente tiene 69 años.

Por disposición constitucional, los jueces del Supremo deben retirarse a los 70 años, pero Fiol Matta alcanzará la edad del retiro obligatorio el próximo 20 de octubre, a dos semanas de las elecciones generales.

Si la jueza presidenta hubiera abandonado el cargo para la fecha de su cumpleaños, García Padilla hubiera tenido que convocar a una sesión extraordinaria para llenar la vacante o la designación de su sustituto o sustituta hubiera recaído sobre el próximo regente de los destinos del país.

Salida negociada

Una fuente judicial y una cercana a La Fortaleza indicaron que la salida de Fiol Matta se había planificado de forma que la jueza asociada Anabelle Rodríguez Rodríguez la sustituya interinamente en la presidencia de la curia.

Según ambas fuentes, también se negocia la salida Rodríguez Rodríguez.

La exsecretaria de Justicia podría acogerse a la jubilación temprana en el verano para permitir el nombramiento de otro juez o jueza. Ese nombramiento, según ambas fuentes, se realizaría en una sesión extraordinaria.

La jueza asociada Rodríguez Rodríguez, quien asumió el cargo de jueza asociada luego de que el exjuez Federico Hernández Denton asumió la presidencia de la curia, tiene 62 años. 

Este movimiento de fichas en el Tribunal Supremo trata de mantener algo del balance “ideológico” en el máximo foro judicial del país, dominado actualmente por los seis jueces asociados nombrados por el exgobernador Luis Fortuño Burset.

El Supremo se componía de siete miembros, pero bajo la administración de Fortuño Burset, una mayoría de cuatro jueces de afiliación estadista solicitó a la Legislatura dominada por el Partido Nuevo Progresista (PNP) aumentar el número a nueve.

Las juezas Fiol Matta, Rodríguez Rodríguez, nombradas por la exgobernadora Sila Calderón Serra, y Maite Oronoz Rodríguez, nombrada por García Padilla, constituyen la minoría vinculada al Partido Popular Democrático.

Los jueces Edgardo Rivera García, Roberto Feliberti Cintrón, Rafael Martínez Torres, Luis Estrella Martínez, Mildred Pabón Charneco y Erick Kolthoff Caraballo forman la mayoría de la curia asociada al PNP.

Las fuentes señalaron que García Padilla pondera nombrar a Ángel Colón Pérez, su asesor legal y profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad Interamericana, a ocupar la vacante que se crea con la partida de Fiol Matta.

Colón Pérez ocupó el cargo de oficial jurídico de los exjueces presidentes del Tribunal Supremo, Hernández Denton y Naveira Merly. Además, se desempeñó como juez de primera instancia y fue ayudante especial de Hernández Denton.

Resalta su legado

En la comunicación oficial en la que se informa de su dimisión, la jueza presidenta destacó iniciativas que apoyó a pesar de la situación fiscal de la Rama Judicial, como el Proyecto para la Atención de Asuntos de Salud Mental, las Cortes de Drogas para adultos y para jóvenes, y las Salas Especializadas en Casos de Violencia Doméstica.

Recientemente, Fiol Matta dio a conocer el Plan Estratégico de la Rama Judicial que se centra en cuatro imperativos estratégicos para dirigir la gestión administrativa: independencia judicial, acceso a la justicia y educación, eficiencia en la administración de la justicia, y fortalecimiento del capital humano y confianza pública.

También destacó como los proyectos más importantes de su presidencia la ampliación y fortalecimiento del Programa Educativo de la Rama Judicial, y la creación de la Oficina de Educación y Relaciones con la Comunidad.

Resaltó, además, las medidas que tomó la jueza presidenta con el propósito de solventar la confianza de las personas en la Rama Judicial tras los acontecimientos que laceraron la imagen de la Judicatura.

Entre esas medidas, sobresale la creación de una Unidad Especializada en Investigaciones, con el propósito de reforzar los procesos de investigación de quejas contra los jueces y las juezas.

También se designó una Comisión Especial Independiente, compuesta por personas destacadas en la comunidad sin relación con la Rama Judicial. Ese organismo recibió la encomienda de evaluar el funcionamiento de varias regiones judiciales con el fin de ofrecer recomendaciones para fortalecer los procesos y servicios que brindan los tribunales.