Siete asesinatos entre el viernes en la noche y temprano en la madrugada de hoy, domingo, elevaron la cifra de muertes violentas este año a 201, lo que marca una disminución de 44 víctimas en relación a esta misma fecha el año pasado.

El fin de semana comenzó con las muertes a tiros de Christian J. Figueroa Bernard, de 27 años y Francisco M. Adorno Oquendo, de 24, ambos baleados a las 8:40 p.m. del viernes frente a una pizzería a la que habían acudido como clientes en la avenida Gregorio Ledesma, en Levittown. Adorno Oquendo estaba fichado por un asesinato del 2013 cuyos cargos fueron desestimados y Figueroa Bernard fue procesado por Ley de Armas en el 2008. Las dos víctimas cargaban con armas de fuego que no pudieron utilizar al momento de ser acribillados. 

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El otro asesinato del viernes ocurrió a las 11:24 p.m. en el sector El Kennedy, de Loíza. Allí perdió la vida Edgar Yadir López Dávila, de 21 años, al ser baleado frente a su casa. El hombre, vecino de las Parcelas Vieques, también en Loíza, estaba fichado por Ley de Armas y robo. En la escena se le ocupó un arma de fuego.

El sábado se reportó una muerte violenta a las 3:41 a.m. en el sector La Cuerda, carretera PR-861 en Toa Alta. Allí se encontró el cadáver sin identificar de un hombre, baleado en el rostro con disparos de arma larga.

Mientras, a eso de la 1:15 a.m. Rubén González Cardona y Héctor Javier Lozada Torres, fueron ejecutados a tiros a bordo de un auto. Un tercer individuo, Edwin Santana Cruz, también recibió balazos mientras manejaba una motora a unos 100 metros de distancia del auto atacado, que le costaron la vida.

La balacera, ocurrida en el barrio Valenciano Abajo, de Juncos, dejó además a dos mujeres y un hombre heridos.

No hay un móvil claro del crimen.