Las autoridades no han cesado en su intento por apresar a una de las fugitivas puertorriqueñas más notorias, Áurea Vázquez Rijos, la presunta autora intelectual del asesinato de su esposo canadiense, Adam Joel Anhang Uster, en hechos registrados el 23 de septiembre de 2003, en el Viejo San Juan

El controvertido caso, que conmocionó el país y que dejó una estela de angustia y, al mismo tiempo, de reivindicación con la liberación de un residente de La Perla que fue juzgado erróneamente por el crimen, ha permanecido activo desde que Vázquez Rijos logró eludir a las agencias federales radicándose en Italia, donde quedó embarazada para dar a luz a gemelos.

El indicador más certero del interés de las agencias en continuar con el caso aparenta ser una moción sellada que recientemente fue radicada por un fiscal ante el juez federal Daniel Domínguez.

El escrito, cuyo contenido se desconoce, solicita que cualquier argumento de oposición se presente antes del próximo 28 de febrero, según revela el registro electrónico del Tribunal Federal.

Italia rehusa cumplir con sentencias de extradición impuestas contra acusados, como Vázquez Rijos, que podrían enfrentar la pena capital en Estados Unidos.

Observadores internacionales han subrayado que el país se ha convertido en un “santuario de asesinos” por su oposición tenaz al ajusticiamiento de criminales.

En la prensa norteamericana, el caso de Anhang Uster se ha contrastado con el proceso judicial que se ventiló contra la estudiante estadounidense Amanda Knox, quien también fue liberada de prisión en Italia luego de ser falsamente acusada.

Jonathan Román Rivera fue falsamente acusado por el crimen contra el canadiense y fue sentenciado a 105 años de prisión. No obstante, fue liberado luego que la Fiscalía Federal acusara a la viuda y a Alex Pabón Colón, conocido como “Alex el Loco”, por conspirar para cometer el asesinato. Pabón Colón se salvó de una pena capital por su cooperación con las autoridades.