El robo de metales sigue siendo un grave problema para las autoridades.

Sin embargo, por más que se advierte a la gente de las consecuencias nefastas para la estabilidad de país, para la economía y para la seguridad de las mismas personas, los incidentes continúan.

Carreteras a oscuras, semáforos apagados, teléfonos sin tono, internet sin acceso y comunidades enteras a oscuras o a secas son ejemplos comunes de lo que ocurre a consecuencias de los robos.

También los perpetradores se exponen a perder su vida.

El más reciente ejemplo ocurrió ayer en la madrugada cuando un hombre se encontraba en un almacén de la Central Termoeléctrica en Palo Seco, y un guardia en medio de su ronda de vigilancia lo descubrió. El individuo abrió fuego contra el guardia y éste contestó. Quien resultó muerto fue el asaltante.

Tan reciente como la semana pasada un hombre murió electrocutado en la intersección de las carreteras PR-2 y PR-104, en dirección de Mayagüez hacia Añasco. Ulises Vélez Cabrera, vecino del residencial Carmen, fue hallado tendido en la grama y, a su lado, encontraron un machete.

Y aunque no murió en mayo encontraron a un guardia de seguridad en una oficina de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en el área de Mayagüez, en pleno acto de robarse unas tuberías de cobre que se suponía tenía que resguardar. José Orlando Hernández Camacho de 35 años no se percató de que el área estaba bajo vigilancia electrónica y por eso pudieron atraparlo dijo la Policía.

El 24 de febrero también de este año un hombre perdió la vida tras recibir una descarga eléctrica en Salinas, también mientras intentaba robar cables de cobre, y como consecuencia se produjo un fuego de pequeñas proporciones que fue controlado por bomberos de la zona.

En agosto de 2011 un hombre intentó robar cobre de unas líneas subterráneas pero se electrocutó.

La Policía informó que a eso de las 3:00 de la mañana, detrás del Centro de Convenciones, un individuo abrió una alcantarilla e hizo contacto con una línea eléctrica lo que le provocó la muerte en el momento.

En enero de 2011 un hombre se electrocutó cuando robaba aparentemente cobre en un edificio situado en la avenida Luis Muñoz Rivera, en Hato Rey, cerca de la Comisión de Servicio Público (CSP).

En septiembre de 2010 un perito electricista que se suponía conociera qué cables debía tocar para evitar un accidente, murió electrocutado mientras se disponía a cortar una línea de cobre en unos postes del alumbrado cercano a la autopista PR-52 en el Barrio Coto Laurel de Ponce. Este individuo identificado como Dennis González Santiago, ya había estado hospitalizado previamente en el Centro Médico con heridas causadas por descargas eléctricas, por lo que las autoridades entendían que no era la primera vez que se apropiaba del metal.