Las autoridades tienen varias opciones disponibles para mantener bajo custodia a tres sospechosos de un asesinato ocurrido el domingo en Juncos mientras se recopila toda la evidencia necesaria para acusarlos por la muerte de un vendedor de pinchos.

El capitán Gerardo Oliver, jefe del Cuerpo de Investigación Criminal de Caguas, explicó que si bien al trío se le ocuparon dos armas de fuego –incluyendo un rifle AK-47-, serán necesarias pruebas de balística para conectar las armas con los casquillos levantados en la escena. Así las cosas, se contempla acusarlos por violación a la Ley de Armas a nivel estatal o entregarlos a las autoridades federales para ser procesados.

Juan Luis García Hernández, de 32 años, vendía pinchos a las 3:30 p.m. en compañía de su esposa en la carretera PR-189, jurisdicción del barrio Canta Gallo de Juncos, cuando los ocupantes de un auto BMW negro abrieron fuego en su contra, alcanzándolo en el pecho. El hombre murió posteriormente.

Tras la agresión, agentes le dieron seguimiento al auto en que viajaban los presuntos sicarios hasta alcanzarlos en las inmediaciones del centro comercial Los Paseos, en San Juan. Uno de los sujetos, con récord delictivo por un caso de Ley de Armas de este año, es vecino de Juncos y otro, de 30 años, tiene domicilio en la barriada Venezuela, en Río Piedras, y aparece fichado en el 2011 por asesinato.

El hombre fue absuelto en enero de 2013 junto a otros cinco individuos por la muerte el 16 de marzo de 2011 de Pedro Reyes González, acribillado dentro de un auto en la barriada Venezuela.

El tercer sospechoso por la muerte de ayer tiene 27 años y es residente en Río Piedras.

A preguntas de este medio, Oliver indicó que todavía no se tiene un móvil claro del crimen.

La jueza Alfrida Tomei autorizó una orden de allanamiento al vehículo que ocupaba el trío -solicitada por la fiscal Cristina Caraballo- y dentro se encontró una pistola Beretta calibre 9 milímetros y un rifle AK-47 cargado. La escena se terminó de manejar a las 4:00 a.m. del lunes.

Este fue uno de los cinco asesinatos reportados entre la madrugada del domingo y la noche del lunes.

El primer caso ocurrió a las 3:12 a.m. cuando un hombre que no ha sido identificado fue encontrado baleado en el barrio Hormigas, de Caguas.

Luego fue asesinado William Forty Romero, de 41 años, en el interior del cafetín Timbiriche, ubicado en la calle 1 de la barriada La Central, en Canóvanas. El inspector Roberto Rivera, jefe del Cuerpo de Investigación Criminal de Carolina, explicó que el hombre fue baleado en el interior del negocio y fue identificado en la escena por su esposa.

El oficial explicó que hoy, lunes, se solicitarían vídeos de seguridad del negocio. Según explicó, varios enmascarados entraron al local y abrieron fuego contra la víctima, dejando en el lugar 19 casquillos de calibre .40.

La víctima no tenía récord delictivo.

El último asesinato del domingo ocurrió a las 11:00 p.m., cuando desconocidos a bordo de un auto abrieron fuego contra José López Mulero, de 24 años. El joven se encontraba montado sobre una bicicleta, conversando con una mujer en el barrio Buena Ventura cuando fue atacado.

En la escena se ocuparon 13 casquillos de calibre 9 milímetros y se investiga si el autor del crimen tenía algún vínculo con la mujer.

El lunes arrancó con la muerte a tiros a las 2:00 a.m. de William Mercado Díaz, de 27 años, quien fuera encontrado baleado cerca del nuevo cementerio de Luquillo. La víctima tenía domicilio en el barrio Florencio, de Fajardo.