“Yo espero que se quede adentro (de prisión) bien encerrado y que yo sea la última persona a la que le haga esto. De una persona así no se puede esperar nada bueno”.

Para María –nombre ficticio para proteger su identidad– lo que ocurrió el 14 de enero de 2013 no finalizó ahí, ya que el proceso que enfrenta en los tribunales no será fácil.

Ese día, María salió a trabajar en su taxi y recogió a Adalberto Navarro Cirino en el sector Barrio Obrero, en Santurce, que le pidió que lo llevara a Bayamón.

Según la pesquisa, el individuo la amenazó con un cuchillo por el costado y la obligó a dirigirse al parque La Esperanza, en Cataño, donde la agredió sexualmente.

Luego la obligó a ir a un cajero automático y retiró $70 de su cuenta.

La joven de 29 años aprovechó la oportunidad para montarse en su vehículo, poner los seguros y salir rápidamente de allí, dejándolo varado.

La taxista logró identificar a su presunto agresor en una línea de confrontación y se le radicaron cargos por agresión sexual, actos lascivos, Ley de Armas, robo y restricción de la libertad agravada, por lo que está sumariado.

“Honestamente, le tengo mucho odio. Muchos piensan que lo malo fue ese día y ya, pero son muchas cosas más. Mira todo lo que hay que enfrentar ahora y todo lo que falta. Todavía no estoy tranquila”, dijo la joven, quien estaba acompañada por su esposo.