Las acciones en el sistema de justicia del país vuelven a estar en tela de juicio luego que al hombre que intentó picar a su infante con una sierra eléctrica se le impusiera una ridícula y cuestionable fianza de $25,000 y que las autoridades obviaran presentar pruebas para radicarle cargos de intento de asesinato y violación a la Ley de Armas.

Para colmo, el sujeto no fue fichado luego que el tribunal encontrara causa para arresto en su contra por cargos de maltrato a menores y violencia doméstica.

Anoche, tampoco quedaba claro si se había solicitado una orden de protección hacia los tres niños de la pareja, que tiene más de una década de relación, en la que procrearon tres varones de nueve, cuatro y un año. Fue al pequeñín de la familia al que su propio padre, Robert Ribot Cruz, amenazó con asesinar.

Según explicó a Primera Hora la agente Olga Matos Williams, de la División de Violencia Doméstica de la región de Fajardo, los hechos se remontan a la tarde del pasado lunes en la urbanización Jardines de Río Grande, cuando la pareja tuvo una discusión después de que la mujer le notificara al sujeto que abandonaría el hogar con sus hijos, pues quería ponerle fin a la vida de maltrato físico y emocional al que su compañero la tenía sometida.

“La mamá de la perjudicada (quien vive en Estados Unidos) fue la que se comunicó con nosotros diciendo que temía por la vida de su hija porque ella entendía que estaba secuestrada. Ella nos dijo que su hija la había llamado el sábado para decirle que era maltratada por él... enseguida, la señora cogió un avión para Puerto Rico y nos llamó”, dijo Matos, quien luego de la denuncia llamó a la víctima –a la que no identificamos para proteger su identidad– y le inquirió información para poder ubicarla.

“Ahí ella me dice que habían tenido una discusión porque ella se quería ir del hogar y hasta tenía los bultos recogidos... pero él la viró, salió del cuarto, busca una sierra, la conecta y coge al menor y lo acuesta en la cama y le dice que lo va a picar por la mitad para quedarse él con una parte y ella con la otra... El nene estaba gritando y llorando asustado”, relató la agente.

Aterrada, la joven madre de 28 años y empleada de un fast food comenzó a llorar, se le echó encima al niño y comenzó a suplicarle al agresor que no le hiciera daño. En ese momento, el individuo se tranquilizó y se fue de la casa con el chiquillo. Posteriormente, regresó y le dio instrucciones a la víctima de buscar a los otros dos niños, quienes estaban en la escuela.

“Fue durante ese periodo en el que ella salió que nosotros la ubicamos en un lugar seguro y lo arrestamos a él”, expresó Matos sobre el hombre, que fue llevado al Tribunal de Río Grande, donde el juez Carlos Quiñones encontró causa para arresto contra Ribot Cruz por los delitos de violencia doméstica y maltrato infantil. También ordenó que se le colocara un grillete en caso de que pudiera prestar la considerada fianza de $25,000, que familiares del acusado buscaban ayer cómo pagar.

Ante los hechos, la procuradora de las Mujeres, Wanda Vázquez, criticó la baja fianza y cuestionó que el Ministerio Público no le presentara pruebas al juez para que se le radicaran cargos de tentativa de asesinato y violación a la Ley de Armas.

“Para empezar, aquí se utilizó una sierra, un objeto cortante, y con la intención de asesinar a un niño... entonces, ¿por qué no se radicó un caso de armas? Y esta responsabilidad recae sobre fiscalía, que es quien somete los cargos para que el tribunal determine si proceden o no. Además, hay que ver si se solicitó una orden de protección a estos niños y se le retiró la custodia al padre, para que esta mujer pueda ser protegida o sacada del país, si fuera necesario”, expresó Vázquez al aclarar que la agente Matos sí actuó “conforme al protocolo y de forma segura para los niños y la víctima”.

Primera Hora trató de conseguir una declaración de la fiscal Leilany Vargas, pero el fiscal de distrito Víctor Carbonell indicó que, casualmente, la representante del Ministerio Público estaba al filo de la noche de ayer en la sala del Tribunal de Fajardo atendiendo unos asuntos de este caso. Carbonell no supo precisar qué gestiones se realizaban.