Coamo. Para el adolescente Luis Antonio Martínez Sánchez, el Día de Reyes fue uno tranquilo y muy alegre. Pero este joven de 14 años no imaginaba que tomar sin permiso la motora de su hermano lo llevaría a la muerte.

La noche del lunes, Luis Antonio conducía una motora conocida como scramblers por la calle Willie Rosario y al llegar a la intersección Segundo Bernier rebasó una señal de Pare e impactó una guagua F-150, cayendo en el pavimento a varios metros de distancia.

Ayer, familiares y amigos del menor no salían de su asombro ante la inesperada tragedia que conmovió a todos los vecinos de la barriada Zambrana, donde era muy querido.

Idaly Rojas, tía del joven infortunado, expresó que aún no puede creer que su sobrino haya fallecido de esa manera y deseaba que todo fuera un sueño. Recordó que el menor de cinco hermanos era el consentido de la casa y que sus padres están desconsolados con su muerte.

“El Día de Reyes él estuvo bien contento compartiendo con todos”, recordó la tía.

Contó que tan pronto unos vecinos le dijeron sobre el accidente, a pasos de su casa, salió corriendo, pero ya el joven había sido trasladado al Hospital Menonita de Coamo, donde falleció a causa de los múltiples traumas en el cuerpo.

Rojas recordó que llegó hasta el hospital y vio al adolescente muerto. “No pude hacer nada”, dijo con voz entrecortada.

Sostuvo que Antonio, como le decían al adolescente, se llevó sin permiso la motora de su hermano mayor y que siempre le estaba pidiendo a su madre que le comprara una.

“Fue una decisión de niño al fin, pero se nos fue un ángel”, expresó emocionada la tía.

Emilio Alonso, amigo del jovencito y quien vive frente al lugar donde ocurrió el incidente, narró que al escuchar el impacto salió a la calle y vio a Antonio, herido y tirado en el pavimento.

“Había un policía y no nos dejaba prestarle los primeros auxilios, pero lo montamos y lo llevamos al hospital”, indicó.

Este señaló que el adolescente estuvo con vida por unos minutos, por lo que se mantuvo hablándole por el camino. Pero Antonio, dijo, lucía inconsciente y esforzándose para respirar. Agregó que Carlos Alvarado Padilla, el hombre que conducía la guagua que impactó el joven, se mantuvo en el lugar.

Otros vecinos de la barriada Zambrana expresaron que el menor pudo haber acelerado la motora al ver una patrulla de la Policía.

José Fernando Pagán, vecino de la comunidad, lamentó mucho la muerte del joven, a quien dijo conocía desde pequeño.

“Toda la barriada está de luto, era un muchacho bueno”, comentó el hombre.

Ambos vehículos fueron ocupados por la Policía para fines de la investigación y el cuerpo del jovencito fue enviado al Instituto de Ciencias Forenses para la autopsia de rigor.