Una familia en Gurabo está de luto por partida doble desde el domingo en la noche. Primero perdió a un joven de 29 años como resultado de un doble asesinato en Cidra y a las pocas horas el padre de una de las víctimas, identificado como Efraín Martínez Calderón, no pudo soportar el dolor de la noticia de la muerte de su hijo y falleció mientras recibía atención médica.

El sargento Wally Torres, director de Homicidios en Caguas, confirmó esta tarde el deceso de Martínez Calderón, un gruero de Gurabo a quien conocían como “Maraca”. El hombre de 69 años sintió un dolor en el pecho cuando recibió la noticia de la muerte de su hijo, Efraín Martínez Figueroa, y falleció a las 11:40 p.m. del domingo en el Centro de Diagnóstico y Tratamiento de Gurabo.

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“Cuando le dijeron lo de su hijo, murió. No pudo con la impresión”, dijo –por su parte- una fuente policiaca.

Esta tarde el comandante Manuel de Jesús, director del Cuerpo de Investigación Criminal de Caguas, indicó que no se cuenta con un móvil del doble crimen en Cidra. Explicó que Omar Alexis Ramírez Pérez y Martínez Figueroa recibieron el domingo en la noche una llamada mientras participaban en una cabalgata en Cidra y se movieron al barrio Guavate de Cayey, donde remolcaron un jeep que tenía problemas con el diferencial.

El dúo de grueros, que viajaba en una grúa arrendada, llevó el vehículo y a dos individuos al citado sector Candela, del barrio Rincón, en Cidra, y a cinco minutos de distancia de la residencia donde poco antes dejaron el jeep con fallos mecánicos fueron atacados mortalmente por desconocidos a las 8:20 p.m.

La grúa estaba en movimiento cuando comenzó la lluvia de balas y se estrelló contra un muro. El conductor de la grúa dejó su pie pegado al acelerador y el ruido y humo alertó a un vecino que los auxilió, pero ya era muy tarde porque recibieron múltiples heridas letales.

Mientras, trascendió que el dinero cobrado por transportar el jeep no fue recuperado.

A preguntas de este medio, De Jesús indicó que no se inclinan por un móvil asociado a alguna pugna por consumo o venta de sustancias controladas porque las víctimas no tenían récord delictivo y tampoco eran investigados por este tipo de negocio ilícito. 

“Podemos pensar que pudo haber sido un altercado”, sostuvo De Jesús sin abundar sobre alguna teoría que en esta etapa sustente un posible móvil. 

El móvil de robo también está sobre el tapete y podría ser otra posibilidad, agregó.

Los individuos a quienes se les brindó el servicio de remolcar el jeep averiado fueron entrevistados y se han desvinculado del crimen. Sus versiones faltan por ser corroboradas.

Mientras el vehículo movido por los grueros asesinados fue ocupado como parte de la pesquisa.

“No descartamos nada”, sostuvo De Jesús.

Ramírez Pérez tenía 19 años y era vecino en Aguas Buenas. Martínez Figueroa tenía 29 años y residía en Gurabo.

De Jesús indicó que personal de la División de Homicidios en Caguas examina vídeos de cámaras de seguridad en zona en busca de pistas. 

Sin embargo, reconoció que por el momento “ha sido muy poca la información recibida”.