El presidente del Frente Unido de Policías Organizados (FUPO), Diego Figueroa, le solicitó hoy al superintendente de la Policía, José L. Caldero López, que reconsidere su decisión de no aceptarle la renuncia a la agente Cynthia Marrero Pomales, quien fue expulsada la semana pasada luego que fotos suyas sexualmente explícitas se hicieran públicas.

La petición de Figueroa está fundamentada en un anuncio que publicó hoy Caldero López en el que asegura que no sancionará con un retiro deshonroso a los policías próximos a jubilarse que tengan querellas administrativas pendientes de adjudicar.

 “Le estoy solicitando al superintendente que haga uso de su humanidad, su sentido de justicia, ahora que está claro que la agente fue víctima de una acción ilegal, no por los hechos actuales, sino por la renuncia anterior la cual tuvo que retirar para que no fuese deshonrosa”, dijo Figueroa.

Esta directriz del superintendente surge a raíz de una orden emitida por el Tribunal Supremo en diciembre pasado, en un pleito incoado por la Fupo para el año 2013, contra el entonces superintendente Héctor M. Pesquera, quien les advirtió a los oficiales que para esa fecha se querían acoger al retiro que si tenían querellas administrativas pendientes enfrentaban una jubilación deshonrosa, lo que les impediría rehacer su vida y volver a laborar.

 “No sancionaré con un retiro deshonroso a policías próximos a retirarse que tengan querellas pendientes… Este proceso es extensivo a los policías que se retiraron con querellas pendientes, a partir de enero del 2013. Los compañeros retirados tendrán 120 días laborables contados desde la publicación de este anuncio”, detalla un fragmento del boletín firmado por Caldero López. Esta decisión, según Figueroa, aplica a la agente Marrero Pomales.

La mujer policía fue expulsada el 5 de febrero tras la difusión a través de las redes sociales de fotos en las que aparece en posiciones sexualmente explícitas en un cuartel. Figueroa detalló que hace alrededor de dos años, la agente fue víctima de otro ataque cibernético dentro de la Policía, por medio del cual mancharon su reputación, fue objeto de burla de parte de sus compañeros de trabajo y le ocasionaron sufrimientos a sus familiares, tras la difusión de su nombre junto con una historia de su vida íntima a través de las redes sociales.

En el 2013, la agente se querelló administrativamente por esos hechos y señaló a los responsables, pero la Policía alegadamente no tomó ninguna acción en su defensa. La mujer, entonces, optó por presentar su renuncia el 30 de junio de ese año, para acogerse a un retiro temprano bajo la Ley 70 y viajó a los Estados Unidos en busca de comenzar una nueva vida.

Sin embargo, Marrero Pomales, tuvo que regresar a la agencia y retirar la renuncia porque para esa fecha Pesquera le envió una carta notificándole que le otorgaría una “renuncia deshonorable”, si no se incorporaba a sus labores. Resulta que la agente tenía una investigación administrativa en su contra, la cual resultó ser una reclamación de un ciudadano por un boleto de tránsito que expidió años atrás.

“Ella tuvo que solicitar la revocación de su renuncia (para la fecha del 2 de julio del 2013) porque sería deshonrosa y siendo madre soltera no iba a conseguir trabajo. Por eso, yo le estoy solicitando al superintendente que como un acto de justicia reconsidere su decisión y le acepte la renuncia para que pueda continuar con su vida”, expresó el líder de Fupo.

Este martes, los abogados de la exagente Marrero Pomales, quien llevaba 16 años de servicio, presentaron un recurso de apelación a su expulsión ante la Comisión de Investigación, Procesamiento y Apelación (Cipa), bajo el argumento de que se le violó el debido proceso de ley.

Figueroa argumentó, a su vez, que al presente el Negociado de Asuntos Internos tampoco ha identificado a la persona que publicó las fotos íntimas de Marrero Pomales, quien se sospecha podría ser un policía.