La influencia de ciertas organizaciones religiosas y la presión que ejercen sobre ciertos políticos para llevar a cabo sus agendas e imponer sus creencias quedan evidenciadas en unos documentos que revelan la existencia de un Comité de Acción Política (CAP) creado en el 2001 por varios reverendos evangélicos, entre los que figuran Wanda Rolón, Jorge Raschke, Rodolfo Font y Enrique Rosado.

Aunque no es reverendo, el activista Milton Picó Díaz es uno de los incorporadores de Evangélicos Unidos en Acción, Inc., que tiene como uno de sus principales objetivos ayudar económicamente y favorecer con sus votos a aquellos candidatos que “han mantenido una trayectoria de responsabilidad y de defensa de nuestros valores cristianos”.

Picón Díaz es el “agente residente” de la corporación sin fines de lucro, con oficinas en la urbanización La Esperanza en Vega Alta.

Así se desprende de uno de varios documentos que dio a conocer una telerreportera de Las noticias, Canal 11, en el primer reportaje de la serie “Al César lo que es del César”, de los que Primera Hora obtuvo copia.

En el certificado de incorporación se delinea como primer objetivo el “generar y orientar accion política entre el electorado de Puerto Rico, que es cristiano”.

Se hace particular énfasis en el objetivo de llevarle a la feligresía los asuntos relacionados con las cámaras legislativas u otro cuerpo político que afecte positiva o negativamente “los valores tradicionales o familiares”.

Es así que investigan las posiciones asumidas por los políticos en los diferentes issues que les atañen como guía para “acciones presentes y futuras”.

Se indica que utilizarán sus fondos para apoyar financieramente los esfuerzos de candidatos al oficio público que sean recomendados por la Junta Directiva de Evangélicos Unidos en Acción, Inc.

Este objetivo levanta la curiosidad o sospecha de muchos, de si legisladores o políticos se han abrazado en algún momento a algunos de los issues que han impulsado grupos religiosos, moviendo proyectos legislativos a cambio de dinero para sus campañas políticas, en lo que se conoce como un pay for play o soborno.

Otro asunto que llama la atención es si Evangélicos Unidos en Acción, que levanta fondos para fines políticos, aunque no los informa a la CEE, está exento de pagar contribuciones al fisco por una organización religiosa sin fines de lucro.

“Sin Fines de Lucro, sólo el diezmo”

Los ingresos de Evangélicos Unidos provendrán, según indican, de diezmos, ofrendas y donativos individuales, de entidades sin fines de lucro y otras actividades de intercambio de bienes y servicios.

Sostienen que ninguna persona “se beneficiará de las operaciones y los fondos que generan”.

“Los ingresos se aplicarán íntegramente al financiamiento y objetivos que dieron su génesis a la corporación.

Indican que si se disuelve la corporación, los bienes muebles pasarían a una corporación sucesora con los mismos fines. Aunque más adelante agregan que la corporación es perpetua.

De lo señalado, se puede llegar a la conclusión de que el dinero que los miles de feligreses han dado en forma de diezmo a estos grupos religiosos, en gran medida ha ido a parar a los bolsillos de políticos.