Harry Villafañe, un vecino de Pedro Rivera Santana, a quien se le imputa el asesinato de Ilene Berríos Villegas, declaró hoy, miércoles, que la noche del 28 de junio de 2014 logró quitarle al ahora acusado un revólver que tenía en sus manos.

Ante el juez Harry Massanet Pastrana, del Tribunal de San Juan, Villafañe explicó que se encontraba en su casa, en la urbanización Estancias de Campo Llano, en Río Piedras, cuando escuchó dos detonaciones.

Minutos antes había estado en la casa de su vecino Luis Felipe Ortiz, esposo de la víctima, donde todos los sábados se jugaba dominó.

"Cuando escucho las dos detonaciones salgo para afuera", manifestó Rivera Santana.

Relacionadas

"Veo a don Pedro tirándole a don Felipe", agregó, a preguntas del fiscal Darío Vissepó Muñoz, quien junto a la fiscal Elba Acevedo Pérez representa al Ministerio Público.

En el cuarto día del desfile de prueba del juicio, que se celebra por tribunal de derecho, Villafañe relató que decidió retirarse a su casa cuando de momento escuchó otras detonaciones.

"Cuando escucho las tres detonaciones salgo para afuera y veo a don Felipe con don Pedro, que tenía el revólver en la mano", indicó.

Entonces, explicó que intervino en la pelea y logró quitarle el revólver de la mano al ahora acusado.

"Cogí el revólver y me lo eché en el bolsillo derecho del pantalón para asegurarlo hasta que llegara la Policía", afirmó.

Luego entregó el arma al primer agente de la Policía que arribó al lugar.

Señaló también que ayudó a otra vecina, Rose Mary Fonseca, a montar a Berríos Villegas en la guagua de su esposo para que éste la llevara a procurar atención médica porque la mujer sangraba por la parte posterior de la cabeza.

En el contrainterrogatorio del abogado por designación de oficio Moisés Abreu Cordero, el testigo aceptó que no vio al acusado disparar el revólver.

También admitió que en una entrevista que concedió a la Policía la misma noche de la pelea dijo que se encontraba en su casa cuando escuchó las dos rondas de detonaciones.

Reconoció que en esa entrevista señaló que luego de escuchar las primeras detonaciones se asomó por la ventana y que "no vio nada grave".

El testigo, además, indicó que en la entrevista que en la segunda ronda escuchó dos detonaciones y no tres como declaraba en el día de hoy.

Durante la mañana también declaró la examinadora de armas Marynés Maldonado Nieves, del Instituto de Ciencias Forenses, quien dijo que analizó el revólver Smith & Wesson calibre .38 ocupado en la escena del crimen.

Indicó, a preguntas de la fiscal Acevedo Pérez, que concluyó que un proyectil recuperado en la escena, cincos casquillos, blindaje y otro proyectil recuperado durante la autopsia habían sido disparados por ese revólver.

El abogado defensor no realizó preguntas a esta testigo.

Rivera Santana, quien se encuentra sumariado en prisión, enfrenta un cargo de asesinato por la muerte de Berríos Villegas, de 40 años, un cargo de tentativa de asesinato por disparar contra Fonseca y cuatro violaciones a la Ley de Armas.

Según el Ministerio Público, el acusado y Fonseca, discutían de manera acalorada la noche del 28 de junio en medio de un juego dominó.

Berríos Villegas intentó mediar en la discusión, donde el acusado y la testigo se golpearon con sillas.

En un momento, de acuerdo al Ministerio Público, el hombre salió a su casa, buscó un revólver y regresó a disparar contra la testigo alcanzando a Berríos Villegas. La mujer murió camino al hospital.

Pero según la defensa, los vecinos jugaban dominó cuando Berríos Villegas y otra vecina comenzaron a proferirle palabras soeces al acusado.

Ambas mujeres también golpearon a Rivera Santana con sillas y en medio del furor de la pelea ocurrió la muerte de Berríos Villegas.

El juicio continúa mañana.