La Policía ya tiene en la mira a los causantes de la primera masacre del año, pero aún no se han informado de arrestos relacionados a este crimen que sacudió anoche a los residentes del barrio La Central de Canóvanas.

El inspector Jorge Luyando, director Cuerpo de Investigaciones Criminales de Carolina, indicó que la balacera, que dejó el saldo de tres muertos y dos heridos de gravedad, está vinculada a asuntos de narcotráfico.

 “Nosotros tenemos un panorama claro de lo que ocurrió allí y los que causaron el mismo”, precisó Luyando.

Entre los pocos detalles que pudo dar, para evitar que se afecte la pesquisa, fue que el incidente está relacionado al narcotráfico.

“Nosotros vinculamos este hecho al narcotráfico. No hay duda. Aquello es identificado como un punto de venta y distribución de droga”, sentenció.

No quiso precisar, sin embargo, si las víctimas fatales se dedicaban a la venta de narcóticos. Estos fueron identificados como Juan A. Cristóbal Navarro, de 29 años; Ángel Jorge Rojas Machuca, de 24, y Jean Carlos Matos Navarro, de 16.

 Entretanto, los heridos de bala, quienes se encuentran en condición de cuidado en el Centro Médico de Río Piedras, fueron identificados como Israel Cruz Navarro, de 16 años, y José Robles Ríos, de 34.

De este grupo, Navarro y Rojas Machuca tenían récord criminal por violación a la Ley de Armas y posesión de sustancias controladas.

Trascendió en el informe policiaco que la masacre se reportó a eso de las 10:31 p.m. del jueves en la calle 8, del sector Villa Santa, del barrio La Central, en Canóvanas.

Se indicó, además, que los sicarios habían compartido con los hombres ultimados poco antes de los hechos. Sin embargo, surgió una pelea, los individuos se marcharon del lugar y regresaron armados a disparar indiscriminadamente.

Luyando informó que los agentes a cargo de la pesquisa han entrevistado a los testigos de los hechos para “tener el detalle exacto” del motivo de la disputa.

“Estamos bien encaminados en la investigación y confiados que se puedan radicar cargos próximamente”, sentenció.

Por lo pronto, la Uniformada reforzó la presencia policiaca en el barrio La Central para evitar que los residentes tomen venganza por los hechos.

Justo una hora antes de esta masacre, se reportó un doble asesinato y un herido de bala en el estacionamiento de la Funeraria Adames, del barrio San Antón, en Carolina. El lugar es cercano a la Comandancia de la Policía de Carolina.

Según la investigación policiaca, los perjudicados se encontraban en el estacionamiento, cuando unos individuos se le acercaron y comenzaron a dispararle.

Los hombres ultimados aún no han podido ser identificados. Uno fue descrito como un hombre de tez blanca, 5’9” de estatura, 170 libras, el cual vestía pantalón mahón azul, camisa azul y calzado deportivo negro.

El otro hombre que falleció era de tez blanca, 6’2” de estatura, 270 libras, y el cual vestía pantalón mahón azul, camisa negra y debajo una blanca, y calzado deportivo negro, gris y anaranjado.

En el incidente, Eduardo Pagán Walker, de 42 años y residente en Carolina, resultó con varias heridas de balas. Este fue transportado al Centro Médico en Río Piedras en condición estable.

Luyando dijo que la Policía aún investiga si Pagán Walker acompañaba a los hombres ultimados o era parte de los individuos que llegaron al lugar a cometer los asesinatos. Según la investigación, se cree que ocurrió fuego cruzado entre las víctimas y sus asesinos.

 El agente Héctor Tirado, de la División de Homicidios de Carolina, junto al fiscal Omar Domínguez, se hicieron cargo de la pesquisa.

En la escena se ocuparon múltiples casquillos de bala calibre .40, AK-47, una pistola Glock .40 y un vehículo Honda Odyssey 2003.