La exreina de belleza Alba Reyes exigió este lunes que se haga justicia en el caso de asesinato de su progenitora y también  en el crimen de individuo que fue identificado por la Policía como uno de los presuntos sospechosos de asesinarla el pasado 3 de junio.

Elena Santos Agosto, de 59 años, fue ultimada a tiros en su hogar de la urbanización Treasure Valley, en Cidra, en horas de la noche, mientras estaba acompañada de Reyes. Al presente no se han radicado cargos criminales contra los presuntos implicados en el asesinato.

El domingo trascendió que uno de los alegados sospechosos, identificado como Irwing José Rivera Colón, de 30 años, vecino del barrio Rabanal en Cidra, fue asesinado en el billar del negocio El Potrero, localizado en el barrio Montellano de ese municipio, donde estuvo acompañado por una mujer que no era su esposa. Mientras, su vehículo fue incendiado en Cayey, dijo la Policía.  

Reyes, a través de la red social YouTube, grabó una respuesta pública al crimen de Rivera Colón del cual aclaró no le causa ningún alivio.

“Quería dar una respuesta pública, siento que se las debo, y quiero aclarar que este suceso no me trae ninguna felicidad, ninguna tranquilidad, ningún alivio.  Yo quiero que las personas responsables por el asesinato de mi mamá sean llevadas a la justicia en una corte de derecho. Nuestro sistema de justicia en Puerto Rico tiene muchísimas fallas, soy la primera que lo reconoce y la primera que lo señala, pero creo en ese sistema de justicia, creo en nuestro estado de derecho y quiero que se siga ese sistema”, expresó Reyes.

Al mismo tiempo, advirtió que la violencia solo genera más violencia e instó a la Fiscalía y a la Policía de que continúen trabajando para esclarecer el asesinato de su progenitora al igual que el crimen del presunto sospechoso.

“La única manera en la que realimente siento que vamos a poder saber realmente lo que sucedió y poder limpiar el nombre de mi mamá y el nombre de mi familia, es muy importante para mí entender que en Puerto Rico hay personas que están siendo asesinadas que son inocentes”, sostuvo Reyes en el vídeo.

A su vez, volvió a convocar a la ciudadanía a asistir este miércoles a las 10:00 a.m. a una manifestación frente al Capitolio para exigirle a los candidatos a los puestos de Gobernador, al senado, Cámara de Representantes y Alcaldes a que se comprometan a tomar medias para la prevención efectiva del crimen, el esclarecimiento de casos criminales y la asistencia sensible de las víctimas de crímenes violentos.

Desde la semana pasada en la Superintendencia Auxiliar de Investigación Criminal (SAIC) se organizó un grupo especial de trabajo en el cual colabora personal de varias divisiones de las áreas policíacas de San Juan, Caguas, Guayama y Aibonito para identificar a los pistoleros y radicarle cargos criminales.

Rivera Colón, que tenía expediente criminal por violación a la Ley de Armas según aparece fichado el 15 de septiembre del 2012 en los archivos de la Policía.

También las fuentes indicaron que era sospechoso de al menos siete asesinatos y por participar en otro incidente ocurrido el 5 de julio, dos días después del asesinato de Santos Agosto, en el que un niño de nueve años resultó herido de bala luego de que el vehículo en el que viajaba junto a su hermano de cuatro años, el cual era conducido por su progenitora, fuera tiroteado en la barriada Placita del barrio Toíta, en Cayey.

Además, fue investigado por el doble asesinato de unos grueros reportado el 7 de septiembre en el barrio Rincón de Cidra. Omar Alexis Ramírez Pérez, de 19 años de Aguas Buenas y Efraín Martínez Figueroa, de 29, de Gurabo fueron interceptados por sicarios mientras transitaban en una grúa arrendada.

El 1 de marzo al atardecer, Rivera Colón había sido herido de bala desde un automóvil en marcha frente a un consultorio médico en la avenida Miguel Meléndez en Cayey y por eso cojeaba.

No se descarta que los sospechosos del asesinato de Irwing sean miembros de la misma pandilla de “Once Dedos”, que presuntamente se fraccionó luego del crimen de la progenitora de Reyes. También se teoriza que los sicarios podrían ser vecinos del residencial Brisas de Cayey ya que tras el crimen se escucharon varias ráfagas de disparos en señal de celebración.