Áurea Vázquez Rijos permanecerá detenida sin fianza e hizo alegación de no culpabilidad por los cargos que pesan en su contra por el asesinato por encargo de su entonces esposo Adam Joel Anhang, en una vista en la que estuvo presente su hija, de siete semanas de nacida.

La acusada llegó a sala escoltada por alguaciles federales, esposada de pies y manos. Al poco rato, entró su madre, Carmen Rijos, cargando a la bebé que engendró y tuvo mientras estaba presa en España en espera de ser extraditada a Puerto Rico.

En un momento dado, Áurea Vázquez Rijos buscó con la mirada a su hija desde el otro lado de la sala, mientras su madre le daba biberón a la pequeña. Rijos estaba acompañada de una allegada y entre ellas dijeron que la bebé fue lactada el primer mes, cuando estuvo con su madre, y que luego le dio trabajo tomar de botella.

Rijos pidió a través de la abogada de su hija, Lydia Lizarríbar, que pudiese ver a la recién nacida, pero los alguaciles no lo permitieron.

"Eso es falta de corazón", expresó Rijos. La abogada le dijo que haría las gestiones para ver si la puede ver en el Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo.

Durante la lectura de acusación, el magistrado federal Bruce McGiverin le preguntó a la acusada su edad y nombre completo. La mujer indicó que tiene 35 años y que se llamaba Áurea Beatriz Vázquez Rijos, también conocida como Áurea Dominicci y como Áurea Beatriz Vázquez.

Con la asistencia de intérprete, indicó que "en estos momentos soy indigente" cuando se le preguntó a qué se dedicaba.

También se vio la vista de fianza, en la que el fiscal José Ruiz había solicitado que se quedara detenida sin fianza por los elementos de peligro a la comunidad y riesgo de fuga, tal como planteó en una moción anterior. La abogada no refutó dichos planteamientos y dijo que la acusada "no quiere fianza en este momento".

"Le concedo detención sin fianza por evidencia de posible peligro a la comunidad y evidencia preponderante de riesgo de fuga. Estamos conscientes de sus viajes al exterior y sus ausencias a los procesos del tribunal", manifestó McGiverin.

El 16 de octubre hay una vista de estatus del caso ante el juez federal Daniel R. Domínguez.

Vázquez Rijos fue trasladada a la Isla el 23 de septiembre pasado por el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) proveniente desde España.

A Vázquez Rijos se le imputa actuar en concierto y común acuerdo con su hermana Marcia y el compañero de ésta, José Ferrer Sosa, para asesinar a Anhang, lo que se concretó el 22 de septiembre de 2005. Según las autoridades, contrataron a Alex "El Loco" Pabón Colón, quien confesó los hechos y se declaró culpable.

Según el pliego acusatorio, la mujer contrató a Pabón Colón para que asesinara a su entonces esposo y resolvió que le pagaría $3 millones. Para esa fecha, ya se había mudado a Italia. Por el crimen, Pabón Colón hizo alegación de culpabilidad el 14 de junio de 2008.

Según el ahora testigo federal, Anhang quería divorciarse de Áurea y si se formalizaba la separación, no le tocaría nada de su fortuna a ella porque se casaron por medio de capitulaciones.

La declaración jurada del agente a cargo del caso, indica que fue entonces que supuestamente Áurea, Marcia y Ferrer Sosa se reunieron con Pabón Colón y le ofrecieron la millonaria suma a cambio de asesinar al joven canadiense.

Se alega que se pusieron de acuerdo y Áurea invitó a cenar a su entonces esposo a un restaurante del Viejo San Juan, pero cuando caminaban hacia un estacionamiento, entre las calles Luna y San Justo, Pabón Colón los atacó. A Áurea la golpeó en la cabeza, mientras que a Anhang le dio con un adoquín y lo apuñaló con un cuchillo que, según dijo, tomó de la cocina de un restaurante cercano.

Su confesión confirmó la inocencia de Jonathan Román Rivera, residente de La Perla, quien llegó a ser condenado por el crimen. El joven recibió una sentencia de 105 años de prisión en un tribunal estatal y fue encarcelado en 2007. Sin embargo, un año después fue absuelto por el crimen del empresario y recobró su libertad.

Marcia y Ferrer Sosa, mientras, estuvieron sumariados hasta marzo, cuando finalmente se les concedió libertad bajo fianza. Además, otro hermano de Áurea, Charbel, fue acusado por perjurio al supuestamente mentir ante un gran jurado al alegar que no conocía a Pabón Colón. El hombre también enfrenta cargos por ayudar a Áurea a permanecer prófuga.