Cada vez que un miembro de la Uniformada se ve involucrado en un incidente violento, como el ocurrido la madrugada del miércoles en el que un oficial asesinó a un colega y hirió a su ex compañera, se cuestionan las pruebas psicológicas a las que son sometidos los miembros de la Policía previo y posterior a su ingreso a la Fuerza. 

Juan Carlos Centeno, director de la Oficina de Psicología y Trabajo Social de la Policía, explicó que todos los candidatos a formar parte de la Uniformada son sometidos  a una serie de pruebas psicológicas para conocer su estado emocional. La prueba inicial, explicó, mide la capacidad intelectual e inteligencia  del individuo y, la segunda,  consta de una batería de pruebas psicológicas que recogen o generan un perfil de esa persona, identificando  sus áreas de fortalezas y necesidades.  “Es un proceso bastante complejo y robusto”, sostuvo. 

Relacionadas

Posterior a estas pruebas hay una entrevista con el psicólogo, quien es el que emite la recomendación final. Una vez ya es aceptado este tipo de pruebas se realizan cada tres años, tal y como lo establece la orden especial 2007-16. 

Centeno aclaró que estas pruebas no son infalibles y que pueden pasar por inadvertidos ciertos eventos particulares de vida o situaciones. “Hay situaciones que si no llegan a nosotros no tenemos forma de capturarlos ni poder la ayuda que necesita, como puede ser una ruptura sentimental”, dijo al exhortar a compañeros y familiares a notificar situaciones similares. 

Aunque lo ideal es que ese servidor busque la ayuda de forma voluntaria, Centeno destacó que los supervisores tienen la potestad  de referirlos a la Oficina de Psicología. “De hecho es una falta grave no asistir a los procesos”, señaló . “Pero no queremos que sea así, sino que vengan de forma voluntaria para atender esa fase de forma preventiva”, abundó.