Aguada.- La noticia que por 22 años estaban esperando tres familias de este pueblo, por fin llegó.

Anoche los familiares del trío tramitaban el pago de fianzas señaladas por el juez para procurar que sus seres queridos estuvieron en casa cuanto antes.

“¡Estamos eufóricos! Por fin llegó este día. Han sido muchos años luchando por esto. Estamos muy alegres, jubilosos”, dijo a Primera Hora Nelson Ruiz, padre, a solo minutos de  conocer la noticia. 

“Ya no tengo que ir a la cárcel. Mañana (hoy) lo tendré aquí en mi casa”, dijo jubiloso.

“Hoy hemos logrado lo que hemos luchado por tanto tiempo. Mi hijo un luchador. Sacó la valentía de mi familia, de gente que lucha hasta lo último”, agregó Ruiz, quien dijo que lo primero que harán una vez salga su hijo es entrar a una iglesia a dar gracias a Dios.

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Mientras, la licenciada Vanessa Mullet, representante legal de Ortiz Álvarez, se mostró complacida con la determinación del juez González.

“Estamos extremadamente contentos. No esperábamos menos de esta nueva cepa de jueces en el tribunal de Aguadilla”, manifestó.

En su documento de 28 páginas, el juez explico su  decisión de  dejar sin efecto el veredicto de culpabilidad basado en la nueva prueba sobre las pruebas de ADN que se le realizaron a piezas de evidencia presentadas en el juicio que no reflejaron material genético de los sentenciados.

“El tribunal ha considerado la nueva prueba consistente en los resultados de ADN. También ha evaluado dicha prueba a la luz de todos los testimonios e informes pertinentes presentados en el juicio original, entiéndase el testimonio del agente Pérez Crespo, el testimonio de la Perito Yocasta Brugal, el testimonio de la perito Leida Rodríguez y el del único alegado testigo presencial de los hechos, el Sr. Luis Martínez Rivera. El tribunal ha considerado además los informes científicos presentados en el juicio”, reza parte del documento en su conclusión.

“Habiendo hecho todo este análisis, el tribunal está convencido de que el resultado de la nueva evidencia, de presentarse en juicio, hace más probable la inocencia de los peticionarios que su culpabilidad y podría causar duda razonable en el juzgador”, dijo González, quien fijó una fianza de $5,000 A Ortiz Álvarez y Ruiz Colón y una de $7,000  a Caro Pérez. 

El juez citó una vista del caso mañana  para discutir "las condiciones de la fianza y las advertencias pertinentes", así como los pasos procesales de cara al nuevo juicio.

El Secretario de Justicia, César Miranda, mientras, ordenó que el Ministerio Público se allane a la orden de excarcelación del trío.

“Desde que este caso se trajo a nuestras atención la actitud ha sido de apertura y de responsabilidad con el manejo de los planteamientos presentados...En aras de atender los reclamos de ambas partes, recibimos a los familiares de los convictos y consideramos sus planteamientos", dijo Miranda en declaraciones escritas.

“De igual modo, conversamos con la madre y otros familiares de Glorimar, quienes han vivido con dolor todos y cada uno de los muchos procesos que se han llevado luego de la sentencia de culpabilidad en el caso de su hija asesinada. Con ello, el Departamento de Justicia lo que ha buscado en este complejo caso es restablecer un justo balance entre los derechos de los imputados y los derechos de las víctimas de crimen y sus familias... El Departamento de Justicia ha descargado su responsabilidad cabalmente y por eso es que nos allanamos", agregó.

El cadáver de la joven fue encontrado en la playa Jobos de Isabela el 30 de julio de 1988. Ortiz Álvarez, Ruiz Colón y Caro Pérez fueron encontrados culpables en 1995, pero dos de los testigos en aquel juicio se retractaron de sus testimonios.

Celebran en Aguada

La noticia de la decisión de González se regó como pólvora al atardecer.

“¡Por fin se hizo justicia!”, gritó Orvín Acevedo. “Después de este caso, hoy yo empiezo a creer nuevamente en la justicia”, sostuvo.

“Esos muchachos son inocentes, ¿por qué tienen que seguir presos?”, dijo, por su parte, Anselmo Barea, residente en el casco de Aguada

De forma espontánea algunas personas llegaron hasta el negocio de la familia Ruiz para celebrar y luego se fueron en una caravana por las calles del pueblo.