Un jurado compuesto por ocho mujeres y cuatro hombres se retiró a deliberar esta tarde luego de que el Ministerio Público y la defensa de Yadiel Rivera Ramos, alias Ronco, de 22 años, presentaran sus argumentos finales durante el juicio en su fondo por el crimen de Elena Santos Agosto, de 59 años, quien fue tiroteada el 3 de junio del 2016, en su hogar de la urbanización Treasure Valley, en Cidra. 

Para que el veredicto del jurado será válido al menos nueve de sus miembros están de acuerdo.

El juicio que comenzó el 15 de marzo, en la sala del juez José Ramírez Legrand, del Tribunal de Caguas, inició hoy con retraso, ya que el imputado fue transportado tarde al tribunal porque se estaba registrando en el penal donde se encuentra encarcelado para votar en el plebiscito de estatus que se llevará a cabo el 11 de junio.

El motivo del crimen se relaciona con una disputa de vecinos por unos perros que defecaban en el patio de la víctima que eran propiedad de Carlos Hernández Negrón, de 40 años, alias Once Dedos, quien se encuentra prófugo tras ser acusado en ausencia al ser identificado como el autor intelectual de los hechos.

Durante sus argumentos finales la fiscal Betzaida Quiñones Rodríguez, le expresó al jurado que antes de morir Santos Agosto no pensó en ella, sino que su amor de madre fue más allá al llegar herida hasta su hija para advertirle a su hija que protegiera porque estaban disparando.

“Tírate al piso que son disparos, esas fueron sus últimas palabras que fueron dirigidas a su hija. Antes de pensar en ella su amor de madre fue más allá porque quería proteger su hija”, manifestó la fiscal, luego de que argumentara que la familia había recibido amenazas de muerte de parte del autor intelectual.

Sobre los alegatos del abogado de la defensa el licenciado José M. Díaz Hazim de que la declaración jurada que firmó su cliente había sido redactada previa a su confesión, la fiscal Quiñones Rodríguez respondió que sus expresiones fueron falsas e irresponsables.

“No les estoy pidiendo que ustedes crean por fe, que determinen a base de la evidencia que pasó aquí…su confesión se probó casi completamente”, respondió en su alocución.

Durante el juicio la defensa del imputado que había planteado que la intención de los sicarios era causarle un susto a la familia de Santos Agosto ya que quería que se mudaran para él poder regresar a vivir a su residencia nuevamente.

De su lado, el licenciad Díaz Hazim, trató de minar la credibilidad de todos los testigos, incluyendo a la exreina de belleza Alba Reyes quien supuestamente no identificó al autor intelectual durante su testimonio, el del agente investigador Víctor Ortega Nieves y los peritos presentados por la fiscalía bajo el alegato de que entraron en inconsistencias.

“Aquí hay una verdad: el culpable es el señor Carlos Hernández. Estoy seguro de que algún día enfrentará la justicia. Yadiel no cometió los hechos. Aquí hay demasiadas contradicciones de los agentes que testificaron. Este caballero que está aquí no es el responsable de estos hechos. Si usted tiene una duda no es razonable, no es justo que lo encuentren culpable”, finalizó diciendo el abogado de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL).

Al iniciar los procesos el abogado de defensa presentó dos solicitudes de absolución perentoria de su cliente en el cargo de asesinato en primer grado y en el cargo de violación al artículo 5.07 de la Ley de Armas, porque según argumentó no tenía la intención de causarle la muerte a la víctima, sino que el propósito, como se desprende de su declaración jurada la cual fue admitida como evidencia indica que pretendían causarle un susto al tirotearle su residencia. Ambas solicitudes fueron declaradas no ha lugar por el juez.