El exjuez Reinaldo Franqui Carlo, quien tuvo a su cargo el juicio por el asesinato de Glorimar Pérez Santiago hace unos 22 años, aún recuerda con detalles el complicado caso que se extendió por cuatro meses y hoy puede decir que había duda razonable de que los tres acusados eran, en efecto, los responsables del horrendo crimen.

Franqui Carlo dijo que los acusados José A. Caro Pérez, Nelson Ruiz Colón y Nelson Ortiz Álvarez no debían ser condenados. Sin embargo, alegó que respetó la decisión del jurado y procedió con la sentencia según los parámetros legales de entonces.

Según su relato en entrevista con El Nuevo Día, desde el inicio del proceso hubo irregularidades, comenzando con grabación de la declaración del testigo estrella, Luis Martínez, ya que estaba incompleta y alterada. Después surgieron las contradicciones. La secuencia de eventos que relataba el testigo y la que se desprendía de la prueba científica no coincidían.

Glorimar Pérez Santiago fue asesinada el 30 de julio de 1988 cerca del área conocida como Montones en la playa Jobos de Isabela. Los tres hombres cumplen cadenas perpetuas. Pero esta semana trascendió que las pruebas de ADN a piezas de evidencia recolectadas en donde se encontró el cuerpo, descartan que haya material genético de los convictos.

Franqui Carlo, indicó que cuando el testigo estrella, que era el único que vinculaba a los imputados con el crimen, se retractó y cambió su versión de los hechos, optó por favorecer un pedido de un nuevo juicio. Después de todo, la segunda versión de Martínez era más consistente con la prueba pericial del caso. Su decisión, sin embargo, fue revocada por el Tribunal de Apelaciones.

¿Tuvo dudas de la prueba o los testimonios?

El único testigo que verdaderamente conectaba a los imputados con la comisión de delito era Luis Martínez. La secuencia de eventos que narra Luis Martínez no concordaba con la prueba científica que se presentó en el juicio. Eso es fácil de corroborar. Uno escucha el testimonio de Luis Martínez, uno puede ver la secuencia de tiros que indica la patóloga y puedes establecer la diferencia. Por ejemplo, la patóloga dice que el primer tiro que la mata fue de contacto y Martínez dice que fue a una distancia de dos a tres pies. Luis Martínez dice que el primer disparo fue en el centro del pecho y que los otros disparos fueron en el brazo. La patóloga dice que eso no puede ser porque el disparo en el pecho le explotó el corazón, y si los otros disparos fueron luego, no pudo haber sangre porque el corazón no estaba funcionando y no puede salir sangre, por lo que los primeros disparos fueron en el brazo y después en el corazón. Eso fue parte de la prueba en el primer juicio.

¿No intervino con el jurado?

El jurado es el que determinó. Ese fue un caso de mucha publicidad para aquel entonces. Yo diría que fue el caso más mediático que hubo ese año en específico. El jurado se creyó y deliberó y yo respeté esa deliberación. Dicté sentencia conforme a lo que disponía la ley. Cuando viene la moción de nuevo juicio porque el testigo se retracta, indica que él no estaba en el lugar de los hechos. Yo había escuchado el primer testimonio y escuché ese segundo testimonio y el segundo testimonio concordaba más con la prueba pericial que había desfilado... En esa declaración que tomó la fiscalía, hay una laguna de aproximadamente 25 minutos, donde empieza a declarar Martínez parece como que no sabe nada y después de una pausa comienza a declarar y lo que se escucha es una persona como si estuviese leyendo un documento.

¿Esa grabación desfiló en el juicio?

Sí, llegó al juicio. Yo, después de escuchar la grabación, hago la observación de que dice una duración pero la duración real era otra. Yo no la admití porque estaba alterada la grabación. La defensa después la usó como prueba de impugnación.

¿Qué pasó en el momento de la retractación?

Hubo una declaración jurada. Yo evalué el caso a la luz de la jurisprudencia aplicable en ese entonces y tomé mi decisión conforme a lo que entendía y creía y era que se merecían un nuevo juicio. Una vez yo hago el análisis, sin ningún tipo de prejuicios y sin apasionamientos, emití la decisión. Yo no conocía ni conozco a ninguna de las partes.

¿Le sorprendió que el Tribunal de Apelaciones lo revocara?

El Apelativo revoca porque dice que abusé de mi discreción al creerle a Martínez esta segunda vez y al otorgar un nuevo juicio. El asunto se queda ahí.

¿Qué le parecen los resultados de ADN que se hicieron?

Pues confirman lo que pensé siempre. Yo vi la prueba. Mi entrenamiento era para examinar esa prueba y yo entendía que en aquel momento la prueba no era suficiente para arrebatar la presunción de inocencia. El jurado lo entendió de otra forma. Realmente no estaba en mis manos esa decisión en ese momento. Eso le correspondía al jurado decidir. Si uno coge esos resultados y mira los testimonios que se hicieron en corte abierta, no tengo ninguna duda de que se debe dar por lo menos un nuevo juicio a ellos.

¿Guarda alguna espina por ese caso, por lo que pasó y lo que no pasó?

Lo importante para mí, cuando era juez, era que tomara una decisión en derecho que fuera justa, razonable e imparcial. Yo entendía que en este caso esos principios no se habían dado... Yo sé que hasta trataron de manchar mi reputación diciendo que había aceptado hasta sobornos y hasta cierto punto, los resultados de ADN confirman que yo hice  lo que se tenía que hacer.

¿En qué momento fue que se comenzó a afectar el caso?

Este caso fue bien mal investigado, la escena fue alterada y cuando un caso se investiga inadecuadamente los resultados son estos. El agente que investigó el caso, (Ramón Pérez Crespo) era su primer caso de asesinato. Estaba recién llegado a la unidad.

¿Si fuera juez ahora les daría un nuevo juicio?

Seguro. Eso es así.

¿Llega al punto de creer que son inocentes?

Con los resultados de las pruebas de ADN, a menos que las otras pruebas que falten digan lo contrario, y tomando en cuenta toda la prueba que ha desfilado, yo personalmente entendería que hay duda razonable. Sin el testimonio de Luis Martínez no hay nada que los conecte a ellos con el crimen.