Los familiares de Lashaun Casey, quien durante los próximos días se debatirá entre la vida y la muerte por la sentencia que emitirá un jurado en su caso de pena capital, arribaron al Tribunal Federal de Hato Rey para mostrar su solidaridad con el acusado.

Hoy iniciará la fase de penalidad del caso de Casey, quien fue encontrado culpable de haber matado a un agente encubierto en el 2005. Las partes presentarán una serie de factores atenuantes y agravantes, mediante testigos y otra prueba, para argumentar a favor de una sentencia de cadena perpetua o muerte por inyección letal.

“En eso estoy confiado (que no se aplique la pena de muerte)”, indicó el abuelastro de Casey, Marciano Rivera Velázquez, de 72 años de edad, al ser abordado por periodistas a su llegada a la instalación federal.

Casey fue encontrado culpable el 19 de marzo de haber asesinado al agente encubierto Jesús Lizardi Espada. El policía investigaba al sujeto, oriundo de Long Island, por sus vínculos con una ganga de gatilleros de la zona este del país. Durante el juicio, sin embargo, no desfiló prueba que apuntara a que Casey conocía la verdadera identidad de la víctima.