Algunos reos de las instituciones correccionales del País han hecho hasta lo inimaginable para fugarse de la cárcel, incluido la utilización de un helicóptero como transporte de huida.

Parece broma, pero no lo es y lo más inverosímil es que este tipo de fuga ha ocurrido dos veces en Puerto Rico. La primera vez fue para la década del 90'cuando un helicóptero aterrizó dentro de la Penitenciaria Estatal de Río Piedras (Oso Blanco) y se llevó a varios confinados.

El incidente fue descrito en aquel momento como "la fuga más espectacular" o  la "fuga del siglo". Pero lo insólito volvió a ocurrir para sorpresa de todos en diciembre de 2002 cuando cinco reos de la cárcel de Ponce escaparon de prisión a bordo de un helicóptero.

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Posteriormente, los reos fueron capturados pero no juzgados por estos hechos.

Otras inusitadas escapadas han ocurrido con el pasar de los años, como fue el caso de dos reos que en el 2008 se fugaron de la cárcel Guerrero, en Aguadilla, luego de acudir a un culto religioso. Tras encomendarse a Dios, los dos sujetos se escaparon inexplicablemente por uno de los salones del penal. Luego, llegaron al patio y escalaron una verja que los condujo a la libertad.

Muchos deben recordar también la fuga en el 2007 del convicto por asesinato Jonás Ocasio, quien en silla de ruedas logró escapar de la cárcel de Bayamón. Todavía las autoridades se cuestionan cómo fue que el sujeto, que había sido operado de las rodillas, logró brincar una verja de 14 pies de alto del complejo carcelario.

En las décadas pasadas también fueron noticia las fugas de notorios criminales del País como José Figueroa Agosto, conocido como "Junior Cápsula", quien en 1999 burló a las autoridades presentando una orden de ex carcelación falsa. El hombre se mantuvo prófugo por una década, destacándose como el capo de mayor influencia en el Caribe. Fue arrestado en 2010.

Otro que resultó ser escurridizo para los oficiales de Corrección fue el confinado Tomás "Trampa" Hernández, convicto a cumplir 424 años por varios delitos que van desde asesinato hasta violación. Este reo protagonizó varias fugas que provocaron, incluso, su traslado por varios años a una institución en Estados Unidos. Según reportes noticiosos Tomás Trampa se valía de la utilización de tintes de cabello y narices y cejas postizas para confundir su imagen mientras estaba en el clandestinaje. Actualmente, cumple sentencia en la cárcel de Ponce.

La fuga más reciente, ocurrida este sábado, deja al descubierto fallas del sistema carcelario. Hay serias interrogantes sobre el tapete.

Por ejemplo: Cómo es posible que los dos evadidos de la cárcel de Bayamón se encontraron en un vehículo acompañados por un solo custodio y porqué no tenían los pies atados.

Lo cierto es que los reos protagonizaron una huida de película.