Caguas. En varias semanas la niña Nicole Fontánez Orlando, quien falleció el sábado en un accidente automovilístico en Carolina, se graduaría de sexto grado, logro que celebraría en un pool party junto a sus compañeros de clase de la escuela Pepita Arenas, de Caguas.

Sin embargo ayer, en lugar de alegría el momento provocaba nostalgia entre algunos allegados a la niña, una atleta que se destacaba como voleibolista y corredora de pista y campo en su comunidad.

Entre las que aún trataban de asimilar la tragedia se encuentra Maribel Vélez, quien fue maestra de Nicole hace unos años.

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“Pasaba por mi casa y saludaba y tocaba bocina. Era una niña bien entusiasta, enérgica y hacía que todo el mundo la quisiera. Era amada por todos”, destacó Vélez al recordar que como estudiante la adolescente que recientemente cumplió 12 años era “excelente”.

La maestra indicó que pudo contactar a la madre de la joven, Dorcas Orlando, quien está sufriendo la pérdida de quien fuera su única hija.

“Está buscando que papá Dios, en su inmensa misericordia, los ayude a superar este difícil momento”, dijo sobre la menor que será velada en la funeraria Borinquen Memorial, de Caguas.

Entre las personas que están muy afectadas por la muerte de Nicole, está su nana, doña Lucy, quien ayer estaba emocionalmente indispuesta para hablar con la prensa.

En su lugar conversó su hija, Yamaira Olivencia, quien describió a la niña como una “picoreta, activa, bien buena y de muchos amiguitos”.

“Era como una nieta para mi mamá... le pedía la bendición”, dijo sobre el cariño de pariente que le tenían a la menor.

“Ella estudiaba con mi niña y jugaban voleibol juntas”, expresó Olivencia, al señalar que la graduación de las niñas se llevaría a cabo el 21 de mayo.

“Y el 1 de junio tenían una fiestecita en un pool party”, agregó al mencionar que en los próximos días se llevará a cabo en la escuela una actividad donde se honrará la memoria de Nicole. También, se hacen gestiones para que un psicólogo visite el plantel para orientar y dar servicio a los compañeros de clase de la fallecida.

De otra parte, en el barrio Borinquen, de Caguas, también lamentaban la muerte de la niña, en especial su maestra de clase bíblica, Carmen Pérez.

“No puedo creerlo todavía...estoy hasta nerviosa”, dijo la mujer sobre la niña que solía ver todas las semanas en la Iglesia Discípulos de Cristo, ubicada en la comunidad.

“No me puedo ni imaginar cómo está su mamá porque era su única nena”, dijo sobre la progenitora de la niña, quien se destaca como diácona en la congregación.

Los hechos de este caso se remontan al pasado sábado cuando Nicole regresaba de una competencia de atletismo en Carolina.

La niña viajaba en auto Toyota en compañía de su entrenador, Gary Rosa, y la pareja de éste, Luz Rivera, cuando, a eso de las 2:46 p.m., el vehículo fue impactado por la parte posterior por una guagua Nissan Pathfinder manejada por William Velázquez González, de 19 años.

El Toyota se encontraba último en una fila de tres vehículos detenidos en un semáforo en la PR-3. Con el impacto, el Toyota chocó al vehículo que se encontraba al frente que, a su vez, impactó el primer auto de la fila.

Pruebas periciales serán determinantes para señalar si el exceso de velocidad fue la causal de esta tragedia en la que los demás involucrados recibieron heridas leves.