Las autoridades sospechan que solo una de las víctimas de una doble matanza ocurrida anoche, en la carretera PR-860, jurisdicción del barrio Martín González de Carolina, era el objetivo de los gatilleros.

Ese individuo fue identificado por las autoridades como Jesús Alberto Colón Marín, de 21 años, vecino de Canóvanas y quien se había mudado hace poco al residencial Los Mirtos, en Carolina.

Por motivos que aún no han sido definidos por los investigadores, según informes preliminares de la Policía, la escena del crimen sugiere que bandas rivales chocaron en un enfrentamiento violento en la intersección de las calles Seijo López y Serpentina de ese sector, que ubica cerca del residencial Loma Alta.

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La segunda víctima fatal en la balacera fue identificada como Endry García Jiménez, de 25 años, vecino de Carolina

En el tiroteo también resultó herido de gravedad William Hiraldo Medina, de 21 años, residente del barrio La Central en Canóvanas, quien recibió dos impactos de bala y está recluido en el Centro Médico de Río Piedras.

 Se presume que Hiraldo Medina, conducía en automóvil marca Mitsubishi Lancer color rojo del año 2012, donde falleció baleado Colón Marín, a quien se le ocuparon dos pistolas marca Glock, una calibre .40 y otra .45. Varios hermanos de Colón Marín han sido asesinados en los pasados años, según informes que evalúan los agentes a cargo de la pesquisa, dijo el comandante del área de Carolina, teniente coronel Orlando Rivera.

El oficial, agregó, que se cree que el objetivo de la balacera era Colón Marín.

A García Jiménez, quien falleció tiroteado al volante de un automóvil marca Toyota Yaris, color verde, del año 2010 y quien estaba enmascarado con un pasamontañas negro, se le ocupó una pistola marca Smith & Wesson calibre 9 milímetros cargada.

Una cuarta pistola marca Glock de calibre .40, modificada para ser convertida en automática, se halló sobre el pavimento, cerca del lugar donde quedó inconsciente el herido de bala, dijo la Policía.

También fue ocupada para investigación una camioneta marca Toyota Tacoma color oro, con decenas de orificios de bala. Ese vehículo se estrelló contra el muro de cemento de un restaurante de comida oriental. La guagua estaba registrada a nombre de un vecino de Patillas.

 Se presume que en esa guagua viajaban otros dos individuos que también resultaron heridos en la balacera y que supuestamente lograron huir de la escena hacia la Sala de Emergencias del Hospital de la Universidad de Puerto Rico, donde poco después de comenzar a ser atendidos abandonaron el tratamiento, sin ofrecer su información personal.