La Policía investiga diversos ángulos en relación al asesinato reportado en la tarde del domingo de O’Neill Maceira Morales, baleado por dos individuos en el interior de un negocio, ubicado en la carretera PR-3, jurisdicción de Canóvanas.

Según se informó, el crimen ocurrió a eso de las 5:40 p.m. cuando dos individuos enmascarados, uno cargando una pistola y otro un rifle, entraron al local y se acercaron a Maceira Morales, de 36 años, a quien atacaron a tiros. Al haber otros clientes y empleado del negocio que no fueron agredidos, se entiende que el blanco específico del crimen era el perjudicado.

La víctima se había mudado recientemente a Río Grande, municipio donde viven sus padres. No tenía récord delictivo.

En cuanto a posible móvil, se intenta corroborar si el hombre era prestamista. Otro ángulo de la pesquisa podría apuntar a una relación nueva que había establecido con una joven de Carolina.

En la zona del crimen hay cámaras de seguridad que ya fueron ocupadas por personal del Instituto de Ciencias Forenses. Dentro del auto de la víctima, ocupado frente al negocio, no se encontró nada ilegal. 

Maceira Morales tenía $130 en efectivo en sus bolsillos.

Por otro lado, agentes de Homicidios del Cuerpo de Investigación Criminal de Carolina ha estado con las manos llenas por varios asesinatos recientes como el de Maceira Morales, la ejecución el sábado en la mañana de Luis Daniel Ayala Pizarro, conocido como El Pitín, en Loíza; la muerte de Juan Pacheco Tirado el 13 de octubre en el barrio Palma Sola de Canóvanas, y el asesinato el 15 de octubre de Steven Santos O’Farril, ejecutado en el sector Los Figueroa, del barrio Barrazas, en Carolina.

Ayala Pizarro ha sido identificado como sospechoso de varios asesinatos en Loíza y ya tenía récord por ese delito, mientras Pacheco Tirado era sospechoso de robos en el área en que fue acribillado, según le contaron a la Policía familiares de la víctima.