"Oh my God!, oh my God! (¡Dios mío, Dios mío!)".

Esas son de las pocas expresiones que se entienden claramente en la grabación de la dramática llamada al sistema de emergencia 9-1-1 que realizó Zorimar Betancourt, desesperada al encontrar a su hijo Stefano Steenbakkers baleado y ensangrentado la noche del 24 de junio de 2012.

El impacto de la grabación provocó que familiares del joven asesinado en un intento de "carjacking" comenzaran a llorar este jueves en el segundo día de juicio por jurado contra Alexis "Negro" Amador Huggins ante el juez federal Jay García Gregory.

"Tan pronto llegué, vi al niño con la sangre, fui a ayudarlo y ya estaba con el teléfono marcando 9-1-1. Yo explicándole al (operador) del 9-1-1 lo que me había dicho mi hijo (cuando antes de morir, el joven la llamó para decirle que una guagua Jeep Compass blanca lo estaba chocando por por la parte trasera). De lo que me puedo acordar, estaba pidiendo ayuda a la persona al otro lado del teléfono, que mi hijo... lo habían matado, que le pegaron un tiro en la cabeza. Estaba llorando, yo no podía creer lo que estaba pasando, decía 'oh my God!, oh my God!'", recordó llorosa Betancourt a preguntas de las fiscales María Domínguez y Jacqueline Novas.

Las cinco mujeres y siete hombres del jurado -más tres suplentes- recibieron una transcripción de la llamada, en la que se escucha al operador decirle a Betancourt que por favor le pase el teléfono a otra persona por que no la entiende.

Fue entonces cuando el ciudadano Jorge Cruz, quien transitaba con su esposa e hijastro por la carretera 693 de Dorado, se topó con el vehículo que manejaba Stefano y se detuvo.

Cruz llegó poco antes que Betancourt al lugar y observó una guagua Lexus blanca chocada y encendida en su carril, pero en contra del tránsito. Notó que "había una persona inmóvil (en el interior) recostada sobre el cristal del conductor". Poco después llegó la madre del joven de 17 años, quien dijo "estaba desesperada, dando golpes alrededor de la guagua, que estaba cerrada, y llamando por teléfono y buscando algo para poder entrar al vehículo".

Fue entonces que se escuchó en sala la grabación de la llamada, en la que se oye a Cruz decir: "una persona recibió un tiro, aparentemente está vivo... por favor, envíen una ambulancia que está vivo". Explicó que en un momento dado, Stefano hizo un movimiento involuntario "y pensamos que estaba vivo y nos emocionamos".

AGRIO INTERCAMBIO ENTRE MADRE Y ABOGADO

Durante el contrainterrogatorio del abogado Juan Matos de Juan -quien representa al acusado junto con Edgar Sánchez-, salió a relucir que Betancourt tuvo una pareja contra quien se querelló por violencia doméstica y se emitió una orden de protección.

Matos comenzó preguntándole si estaba "frenética" durante la noche de los hechos, y ella le contestó: "Claro, imagínese viendo a un niño muerto. ¿Cómo estaría usted?".

Fue entonces que trató de sembrar duda en el jurado al preguntarle si una expareja suya la había amenazado y le había dicho que por meterlo preso, le quitaría lo más que ella atesora.

"Yo dije que tuve problemas con una persona y ya", dijo Betancourt, visiblemente molesta.

Matos insistió preguntándole si había recibido alguna amenaza por parte de esa persona, que no fue identificada pero se dijo que era un cirujano pediátrico, y ella indicó que no había escuchado que él la amenazara, pero sí que se querelló contra él por violencia doméstica y se le dio una orden de protección, que el hombre violó al menos dos veces.

Al preguntarle si fue a la Fiscalía Federal a informar sobre los incidentes con esta persona, ella dijo que sí, pero que "en nada tiene que ver con este caso contra la persona que está aquí sentada", señalando a Amador Huggins.

Cuando le cuestionó por qué informó a las fiscales sobre el caso con este señor, dijo: "Para que después no saliera como usted me lo está sacando ahora".

"Yo solamente dije que la persona existía y me dijeron que no tenía que ver con nada", insistió Betancourt, quien destacó que ahora la persona está en un Teen Challenge con grillete desde hace un año.

En el segundo turno de preguntas, Domínguez le preguntó a la testigo si su expareja conocía a los acusados Amador Huggins y John "Jongy" Anthony Morales López -quien está en conversaciones para un posible acuerdo en el caso- y contestó que no. Igualmente respondió "no" cuando se le preguntó si esa persona tenía una guagua Jeep Compass blanca o si había alguna evidencia que lo vinculara con el asesinato de su hijo.

Entretanto, en horas de la tarde testificaron los agentes de la Policía de Puerto Rico Sonia Pabón, Nilsa Rosario y Rafael Pagán.

Pabón fue la primera agente del orden público que llegó a la escena y relató que la madre de Stefano "estaba histérica, estaba verdaderamente histérica, caminaba de un lado a otro". Dijo igualmente que Betancourt le dio el número de la guagua Jeep Compass que su hijo le dijo por teléfono que le estaba persiguiendo y chocando por por la parte trasera con la intención de que se detuviera.

Rosario es la agente investigadora del caso y narró que encontraron seis casquillos de bala disparado calibre .40 en la escena. Confesó que habían algunos aplastados por carros y que pudieron haberse movido antes de que acordonaran el área.

Por su parte, Pagán fue el técnico de escena que tomó fotos y medidas del lugar e hizo el croqui.