Humacao.- Los problemas legales de Efraín “Bebo Orejas” Rivera Ramos, imputado por la muerte del agente Joaquín Correa Ortega, continúan creciendo tras ser acusado a mediados de marzo por el asesinato de un menor en Manatí.

“Rivera Ramos fue imputado por el 19 de marzo por la muerte de Rafael Alejandro Alicea, de 17 años, en hechos ocurridos en octubre de 2013 en la marginal Villa Marina de la PR-2”, informó en entrevista con este medio el agente Frank Morales Cruz, de la División de Homicidios de Arecibo.

Por estos hechos, al hombre de 22 años que actualmente enfrenta juicio por el asesinato de un oficial de la Policía, se le sometieron cargos por asesinato en primer grado y dos violaciones a la Ley de Armas, agregó el agente.

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Aunque el arma no fue ocupada, los testigos y la evidencia apuntan a que Rivera Ramos habría usado una pistola calibre .40 en el crimen.

“Además de testigos, tenemos un vídeo de seguridad de un negocio que confirma la evidencia que tenemos”, adelantó Morales Cruz.

 La vista preliminar en este caso fue pautada para el 6 de abril en el Tribunal de Arecibo.

Bebo Orejas fue traído en la mañana de hoy al tribunal de Humacao, donde enfrenta juicio junto a Alexander Rosario de León, alias Coquí, por el asesinato del agente Joaquín Correa Ortega el 10 de marzo de 2014, durante una investigación en el barrio Pitahaya de Humacao un oficial del orden público.

El dúo también enfrenta cargos por conspiración y Ley de Armas.

Rivera Ramos fue llevado al Tribunal de Humacao desde el Centro Metropolitano de Detención (MDC) en Guaynabo, donde está sumariado por su caso federal por el uso de un arma ilegal para matar a Correa Ortega.

Entretanto, también a nivel federal, Rosario de León se expone a la pena capital debido a ser uno los nueve implicados en el asesinato por encargo del teniente federal Osvaldo Albarati a su salida de MDC en 2013.

Al momento del crimen de Humacao, Bebo Orejas se supone que estuviera cumpliendo con un plan de terapias ambulatorias, luego de haber sido declarado no procesable en 2011 por un caso criminal de armas.

En contraste, peritos psiquiatras a nivel federal y estatal lo declararon procesable para enfrentar la justicia por el asesinato de Correa Ortega.